Cifras electorales EU-México
Ha transcurrido una semana de la elección en los Estados Unidos, y las cifras que ahora se conocen siguen aportando referencias puntuales sobre la histórica jornada electoral norteamericana que, claramente, muchos siguen retrasando la oportunidad de observarlas e intentar comprender lo que la sociedad estadunidense está expresando con su voto, con el novedosísimo mensaje que esto tiene para el mundo... lo cual incluye a México.
En principio, las cifras actuales dicen que la ventaja entre Trump y Clinton se ha ampliado, acumulando más puntos electorales pues Donald ha registrado más de 300 mientras que Hillary ha sumado alrededor de 230, con lo que el primero comienza a separarse significativamente de su acérrima contrincante por más del 25%. Asimismo, en cuanto a votos ciudadanos se refiere, recientemente se alcanzó la cifra de 1 millón de votos de diferencia entre ambos, ubicando a la Demócrata con una mayoría de votos cercanos a los 68 millones de sufragios. Otra cifra relevante que hoy se sabe es que del padrón electoral estadunidense salió a votar el 57%, que representan más de 130 millones de personas de donde Clinton se ha llevado el 48% de la votación y Trump el 47%.
Para entrar en contexto, vale la pena saber que hace ocho años, cuando Obama ganó su primer elección obtuvo 365 de los votos electorales y cerca de 69 millones 500 mil votos ciudadanos, que representaron al 53% de los sufragios, y con una participación del padrón electoral, también, del 59%.
Pero 12 años antes, en 1992 cuando Bill Clinton ganó su primera elección presidencial, obtuvo 379 votos electorales, cerca de 47 millones 500 mil votos ciudadanos, con una participación del 49% del padrón nacional.
Sin embargo, entre las cifras más representativas de una elección estadunidense en su era contemporánea, se encuentra la elección de Ronald Reagan quien en 1976, además de dejar trunca la reelección del presidente en funciones, Jimmy Carter, alcanzó 489 votos electorales (de 538 posibles), registrando cerca de 44 millones de sufragios ciudadanos, de un padrón nacional con poco más de 100 millones de personas, y con un registro histórico en cuanto a participación ciudadana que alcanzó el 88% del padrón. Empero la aparente hazaña de Reagan no quedaría así, pues al buscar su reelección obtuvo: 525 votos electorales, es decir el 92.6 de los posibles, cerca de 55 millones de sufragios, con una participación ciudadana idéntica a la de cuatro años atrás, es decir, del 88% del padrón.
Revisando estas cifras nos quedan diversas reflexiones 1. Que Trump sigue haciendo historia considerando, además de sus cifras, que todos los expresidentes han tenido un perfil político del cual él carece, pues además tampoco ha tenido un puesto en el Gobierno Federal, como sí lo han tenido otros sin perfil político, magnates americanos que aspiraron a la presidencia, pero que a diferencia del neoyorquino sí han tenido una posición en el gobierno federal, o bien han realizado diversos negocios con gobiernos y partidos políticos estadunidenses. 2. Que la Sra. Clinton obtuvo una cantidad de votos ciudadanos importante, pues ninguno otro candidato presidencial derrotado había obtenido una cifra tan voluminosa como la lograda por ella.
Pero también podemos reflexionar sobre lo que verdaderamente debiera importarnos, es decir, lo que ocurre con estos temas en nuestro país. Y es que al respecto, vale la pena ver con cuántos "votos ciudadanos" se han convertido en presidentes los aspirantes presidenciales en México. Por ejemplo, Enrique Peña Nieto: quien obtuvo alrededor de 19 millones de votos, de un padrón electoral conformado por cerca de 80 millones de ciudadanos, lo que nos da un 38% de la votación a su favor. En segundo lugar, quedó Andrés Manuel con cerca de 16 millones de votos en 2012, con una participación electoral cercana al 62% del padrón.
Seis años antes, Felipe Calderón obtuvo alrededor de 15 millones de votos de un padrón nacional de 71 millones 500 mil ciudadanos, lo que representa el 36% de la votación a su favor. En segundo lugar quedó AMLO quien obtuvo 14 millones 750 mil votos, es decir el 35% de los sufragios con una participación ciudadana del 60% del padrón.
En el 2000 cuando "todo cambió", Vicente Fox obtuvo cerca de 16 millones de votos, con el 42% de los sufragios a su favor y una participación ciudadana del 64% del padrón. En segundo lugar quedó el primer priísta derrotado en una elección presidencial en 72 años de historia del partido, cuando Francisco Labastida Ochoa obtuvo alrededor de 13 millones 500 mil votos y el 36% de los sufragios.
A finales de los 80´s cuando Salinas de Gortari "ganó" la elección obtuvo cerca de 9 millones 500 mil votos, que representaban el 50% de los sufragios, con una participación ciudadana del 52%. El segundo lugar fue para Cuauhtémoc Cárdenas quien obtuvo alrededor de 6 millones de votos, es decir, el 31% de los sufragios.
La otra comparación
La diferencia más importante en el paralelo de este comparativo electoral, es que en México no ha habido ningún candidato presidencial ganador –ni perdedor- de perfil apolítico como el de Trump -y el de Quadri no cuenta debido a su nula representación social-. Sin embargo, quizás en esa diferencia esté la clave del rechazo brutal que los intereses económicos y políticos del país dirigieron a Trump, pues su perfil podría inspirar a tantos y a tantas cosas nuevas en este país e inversamente proporcionales al miedo que infundaron en la campaña del ahora presidente electo.