Ya que está prácticamente confirmado que Cam Newton será una vez más el mariscal de campo titular de los Patriotas de Nueva Inglaterra, cabe reflexionar sobre el reto personal que enfrenta Bill Belichick esta temporada.
Alumno del inmortal Bill Parcells, con quien ganó sus primeros dos anillos como coordinador defensivo con los Gigantes de Nueva York, su primer trabajo como entrenador en jefe con los Cafés de Cleveland pasó sin gloria y después de un par de rebotes terminó ganando la posición principal en los Pats, en donde hoy también funge como gerente general.
Y la historia de los siguientes 20 años está clara, sin meterse en comparaciones ni controversias Bill se ha ganado con resultados estar en el tope de la lista de entrenadores de la historia con múltiples récords de la Liga, incluyendo el de mayor número de anillos ganados por una misma persona, sumando 8 en total, incluyendo los 6 que ha ganado con Patriotas.
Belichick ostenta tanto poder en su equipo que por ello se le puede considerar el héroe o villano de lo que ahí pase. Y esta temporada se le va a medir de forma muy especial, porque para muchos, la dinastía ganadora de los Pats fue una labor conjunta y codependiente entre él y Tom Brady; hoy algunos dudan que Bill pueda volver a la gloria sin su mariscal estrella, y otros ya lo descartaron después de la mediocre campaña pasada, pero hay que ser justos, entre la desbandada de jugadores, el covid y, por supuesto el shock de cambio de un playbook que funcionaba al estilo Brady, no es justo descalificar toda una carrera por un año tan difícil.
A Belichick se complicó todo, al contrario que a Brady, a quien lo recibió un Tampa ya medio armado, reforzándose a su modo y empezando la temporada con armas poderosísimas, mismas que en cuanto entraron en ritmo se fueron directo al campeonato; son historias muy distintas.
Sin jugadores, ni pretemporada, ni buenos picks ni entrenamientos habituales, Belichick no pudo conformar un equipo competitivo, pero en 2021 ese pretexto ya aplica, tiene el tiempo y la agenda definida para refaccionarse con sus consabidas buenas contrataciones. Varios jugadores que optaron por no jugar por la pandemia van a regresar y otros ya se recuperan de lesiones, este año se espera que Belichick demuestre que es cierto ese intelecto que es considerado para muchos al nivel de un genio.
Pero tampoco se trata de exigirle un campeonato, bastará con que lleguen al playoff para mostrar que están de regreso, con eso pensaría que va por buen camino para buscar un campeonato en máximo 3 años. Lo que no sé, es si Newton dé el ancho, y que con su juego tan personal sea la persona indicada para llegar a ese sueño. Belichick debe preparar un playbook muy distinto a todos los que ha manejado y, la dependencia del juego terrestre de Cam, quien ha mostrado irregularidad con el brazo, podría ser un obstáculo con rivales tan difíciles en su división como Bills y Miami que terminaron el 2020 a tambor batiente, esta promete ser una competencia de las mas reñidas para la próxima temporada.
Estaremos viendo las contrataciones y por supuesto vendrá el Draft, pero tenemos que recordar que los Patriotas no se han destacado por depender de jugadores novatos, sino que se han reforzado con jugadores de experiencia y eso ha sido gran parte de su éxito por 20 años; veremos qué procede está temporada en ese sentido.
La NFL como siempre, aparte de los juegos y del torneo, tiene muchas historias individuales que seguir y esta del coach Belichick sin Brady es una de ellas.
Por favor síganse cuidando, porque el covid sigue haciendo de las suyas.
Y de ahí… a lo que sigue.
Herberto de la Rosa
