Llevan más de dos décadas de trabajar por la movilidad y ahí siguen. Con canas muchos de ellos, otros con hijos, algunos en el gobierno o en consultorías, jubilados del activismo pero en la talacha de diseñar políticas públicas, otras más siguen al frente sin descanso, como si hubieran comenzado ayer su activismo. A su paso han dejado libros, manuales, exposiciones fotográficas, recorridos nocturnos, encuentros internacionales, festivales de cine, talleres de mecánica, cursos de manejo, protestas, instalación de bicis blancas, iniciativas cívicas y muchos sueños e ilusiones plasmadas en las calles de la capital.
¿Cómo surgieron y qué obstáculos superaron para mantenerse?, la Crónica Biciteka, la verdadera conquista de las calles de la Gran Ciudad de México escrita por Georgina Hidalgo Vivas (@cactodeasfalto) es un buen recuento de su historia.
Con prólogo de Rogelio Garza y editado por Producciones El Salario del Miedo, el libro recién publicado narra la historia de cómo los antiguos mexicanes salieron un día de Biciaztlán, guiados por el dios Bicilopóchtli, en busca de la tierra prometida, donde encontraron un águila posada sobre una bici devorando una serpiente.
En forma de códice azteca, Hidalgo reúne las voces de los fundadores y los actuales bicitekas. Por sus páginas pasan Eduardo Pillado, Agustín Martínez, Bernardo Baranda, Areli Carreón, Roberto Cruz, Dhyana Quintanar, Scott, las Claudias (Montero y Adeath), Héctor Moch, Ollin, Xavier Treviño, Alejandra Leal, Guillermo Espinosa, León Hamui, Tom Dieusaert y Lenka Valles, Armando Roa, entre muchos otros.
Ahí se cuentan innumerables anécdotas, como el “secuestro” a López Obrador a quien rodearon una mañana de principios de siglo, antes de su conferencia matutina cuando éste era Jefe de Gobierno. Lo alcanzaron y rodearon con sus bicis, para presionarlo en contra de los segundos pisos, a los que en otra ocasión tomaron en protesta por las políticas pro auto de esa administración.
La presentación del libro (presencial) será esta noche en el Recinto Escandón, en la colonia del mismo nombre, Cerrada de la Paz 15, por si gustan acompañar al editor JM Servín, la autora y a quien escribe estas líneas en los comentarios.
Héctor Zamarrón
@hzamarron