En días pasados fuimos testigos, una vez más, que el gobernador Enrique Alfaro no tiene pelos en la lengua, y que lo mismo puede criticar la frivolidad de Samuel García, Jorge Álvarez Máynez y Dante Delgado, que las propuestas del abanderado de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Jalisco, Pablo Lemus Navarro.
Lo cierto es que se agudiza y evidencia una vez más el distanciamiento entre Dante Delgado y sus delfines, Lemus entre ellos, puesto que no es normal, o al menos no estamos acostumbrados, a escuchar severas críticas de parte de un gobernador en funciones a propuestas de campaña de los aspirantes a relevarlo, y máxime si se trata del candidato de su propio partido. Recordemos que, palabras más, palabras menos, Alfaro invitó a los candidatos a no hacer “una campaña de ocurrencias”, esto en clara alusión y dedicatoria a la propuesta de Lemus de suprimir el costo y multas de la verificación vehicular.
Días antes, en un programa de televisión de un canal local, Alfaro no se tentó el corazón al afirmar que "no tiene ninguna identidad con ellos, que él no es fosfo fosfo, no es lo nuevo, no es arráncate compadre", para rematar diciendo: "yo soy un político serio". Y aunque las dirigencias y sus candidatos de MC Nacional y en Jalisco hicieron como que la virgen les habla, cierto es que hicieron oídos sordos y no acusaron recibo de los mensajes más que directos por parte del gobernador de Jalisco, puesto que una vez más minimizaron las críticas de Alfaro.
Habrá que reconocer la transparencia que tiene Alfaro al decir las cosas que piensa y siente; otros dirían que no fue, ni ha sido, políticamente correcto. Sin embargo, no podemos ignorar que los dichos de Enrique Alfaro representan a muchos que no se identifican con la forma de hacer política tan despreocupada y banal de los candidatos de MC.
Por ello, gran parte del Alfarismo se encuentra en un predicamento que los coloca entre tener que apoyar a un Jorge Álvarez Máynez que no figura, no pinta y poco a poco se desdibuja del escenario político nacional, aunque él y Dante Delgado insistan en negarlo. Y por otro lado, tener que apoyar a un candidato como Pablo Lemus, con quien ya abiertamente se han abierto serias diferencias entre los estilos de hacer política, que son más afines al fosfo fosfo que al propio Alfarismo en Jalisco.
Y es que estas diferencias entre Alfaro y Lemus no son nuevas. Recordemos algunas: 1) Las Villas Panamericanas, donde Lemus se negó a otorgar los permisos de habitabilidad cuando era alcalde de Zapopan; 2) Tanto Manuel Romo, Coordinador de MC en Jalisco, como el actual candidato a Senador, Alberto Esquer, ambos cercanos a Alfaro, los calificó como arrastrados y oportunistas; y 3) De igual forma, señaló en su momento a Clemente Castañeda, Manuel Romo y Alberto Esquer de estar confabulando en su contra para impedir que él fuera el candidato a gobernador.
Estos son solo algunas de las diferencias entre el Alfarismo y Lemus. Y cuando aparentemente ya habían fumado la pipa de la paz, parece que las diferencias no han quedado atrás y que estas están más vivas que nunca. Por lo que habrá que estar atentos y observar si esta campaña no será una campaña de brazos caídos por parte del Alfarismo en torno a las figuras de Lemus y Máynez, o si solo quedará en el anecdotario político del estado y el Movimiento Ciudadano.