Si usted aspira a ser un empresario a favor de la 4T (cualquier cosa que eso signifique), se presume que aunque el propio Presidente de la República no lo hable, el inglés le podría ser indispensable para comunicarse, políticamente hablando, con su gobierno o colaboradores allegados (aunque esté en México, sea mexicano y hable español).
O al menos eso comunica de manera nada subliminal una convocatoria de una asociación de empresarios a favor de la 4T a un “encuentro” en Monterrey, donde el invitado principal será Alfonso Romo, titular de la Oficina de la Presidencia. Una publicidad que con su foto anodina anuncia para mañana (“Save the Date”), un “encuentro empresarial”.
La convocante, Empresarios por la Cuarta Transformación Nacional (E4T), dice ser una asociación civil que “apoya activamente la Cuarta Transformación de México a través de impulsar programas y acciones de desarrollo económico incluyente, en coordinación con el gobierno federal”. A juicio de algunos visitantes a esta página la objetan ahí mismo. Afirman que los objetivos de esta asociación podrían fomentar el intermediarismo que la 4T rechaza por política. Sin embargo, una mayoría saluda de manera acrítica a la naciente asociación.
“Save the Date” es una especie de alerta publicitaria sobre un evento a celebrarse mañana en el Club Industrial de Monterrey sin más agenda presumible que la predeterminada como “encuentro”. Lo que en ella suceda cuando los empresarios convocados se “encuentren”, es impreciso.
Empresarios por la Cuarta Transformación es una “asociación civil no lucrativa compuesta por empresarios, emprendedores y promotores activos de la 4T”, si bien no especifican la diferencia entre “empresarios” y “emprendedores” habida cuenta que ambos denominativos son sinónimos prácticamente.
Su fundador es Javier Garza Calderón un empresario de prosapia regiomontana, bisnieto del fundador de la Cervecería Cuauhtémoc y cuya familia fue afectada por Salinas de Gortari, según revela en una entrevista publicada en diciembre del 2018: “Mi padre fue llamado a Los Pinos para ser amenazado por Salinas de Gortari. Le dijo que teníamos que vender las acciones de Cervecería Cuauhtémoc, nuestra empresa familiar formada por nuestros bisabuelos. Le dijo: ‘Usted tiene que vender sus acciones y las va a vender en tal precio y además se las van a quedar a deber. Tiene que aceptar las condiciones, si no, todo el peso del Estado caerá sobre su familia’. Así señala que terminó la historia de más de 120 años de una gran empresa pujante, representativa del sentido social de empresarios, y finalmente ahora quedó en manos de extranjeros. Todo lo que se hace con la corrupción termina mal”.
Tomando en cuenta lo anterior a muchos parecerá peccata minuta la extranjerizante leyenda “Save the Date” (algo así como guarde esta fecha, anótela), donde lo objetable no sea cuánta gente la entienda, sino qué tiene que hacer este anglicismo chocarrero en una convocatoria afín a la 4T, que se asume de un nacionalismo reverdecido, donde el regreso a las raíces es un móvil cultural y político que supuestamente anima al lopezobradorismo.
En aquella misma ocasión (2018), Garza Calderón diagnosticaba con notable precisión: “No solo nos dejaron endeudados con un país casi en quiebra; además de eso, robaron dinero de las arcas. Se robaron los presupuestos que estaban destinados para obras de infraestructura, educación, salud. La gente ya no encuentra medicinas en el Seguro Social; la calidad de la educación dista mucho de lo que debería ser y de lo que México necesita”.
Y vaticinaba que: “Con el nuevo gobierno vamos a mejorar mucho, probablemente no podamos revertir todo el daño que durante 36 años nos causó este sistema del salinato, pero vamos a avanzar. Tengo plena seguridad de que al final de este sexenio tendremos un México mucho más sano, con mucha más conciencia social, más productivo y próspero”.
A tono con la predicción, parece que los más de 16 mil empresarios con que cuentan en todo el país a favor de la 4T son uno más de los núcleos empresariales norteños a favor de AMLO, que están aglutinándose para apoyar sus políticas: “Nos interesa mucho que el país salga adelante de la crisis donde nos dejó el Prian. Queremos combatir la corrupción, la impunidad; queremos generar empleos productivos, mejorar la movilidad social, atraer inversiones extranjeras complementarias, promover las exportaciones, y las micro y medianas empresas”.
A su favor Garza Calderón tiene que sus vaticinios y adhesiones respecto del gobierno de AMLO fueron por él formulados en 2018. Se le puede señalar de algunas cosas, pero ciertamente no de oportunista. Habrá que ver si la “date” es tan memorable en resultados como para hacer valer, más allá de una participación protocolaria, la presencia política de Romo, y así nivelar los pesos y contrapesos alrededor de la cuestión empresarial que muchos no deciden todavía: ¿qué hacemos con la 4T?