Política

Los talibanes de la salud inician el control social

  • Entre pares
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  • Guillermo Colín

Desde el trasfondo político de la cuarentena (un modelo medieval que nunca ha sido necesariamente inevitable o la única vía de contención) y tal como esta columna lo ha venido documentando, si algo detenía a funcionarios fundamentalistas de avasallar a ciudadanos sin rango protector (lo cual ya es un decir habida cuenta de las ínfulas, arbitrariedades y modos tiránicos que con cualquier pretexto exhibe la burocracia tradicional), ahora han encontrado en una “salud pública” genérica, la excusa para ejercer sus apetitos autoritaritos y que es previsible se tornen despóticos, dictatoriales o, de permitirlo la sociedad, hasta eugenésicos como ya lo ha anunciado el epítome de todos ellos: el multimillonario Bill Gates, un civil fascista empoderado de la nada, salvo de su imperio tecnológico, que quiere reducir la población mundial de “un 10 a un 15 por ciento” vía vacunaciones masivas y obligatorias (tal como se oye, así lo pretende).

Algunos en México lo ensayan con amenazas bizarras de no seguir la gente en cuarentena sus indicaciones. Las externan el gobernador y el secretario de Salud de Nuevo León y varios munícipes de la entidad que incluso han bloqueado el acceso a sus territorios y secuestrado en ellos a vehículos de EU, como ocurre en Sabinas, NL. El Instituto de Control Vehicular de NL prohíbe el acceso a sus instalaciones a mayores de 60 años “por seguridad” (¿?).

En la impotencia, el espíritu ciudadano ya poco invoca la Constitución y sus garantías individuales. En el súbito parón económico, el vecino de a pie, anémico en derechos, hecha trizas su entereza por el hambre, el pánico y la desinformación, observa inerme los carros de policía que en las colonias patrullan las calles de día o de noche.

Estas patrullas mediante sus ominosos pitidos cortos, pero perentorios, hacen saber a quienes detienen in fraganti en la calle que está prohibido tomar en ella el sol, el sereno, mirar la luna o lo que sea; la admonición culmina con un imperioso mandato: métase a su casa, sin que se sepa en qué contribuye a la patología del virus sentarse a la puerta de un hogar. Rehuir al sol y caer en el aislamiento social sí son nocivos para la salud.

Así, las casas del área metropolitana de Monterrey son un gigantesco reclusorio a final de cuentas. Uno donde ningún apoyo gubernamental se recibe, pero bien que se escucha la onerosa factura a costa del erario que debió pagar la Secretaría de Salud de NL al levantar en un solo día encuestas intrusivas a todos los números telefónicos de NL solo para husmear en esos hogares y detectar mediante el espionaje y ya con domicilio identificado, quiénes cumplían con la cuarentena o no. Todavía al día siguiente, el gobierno de NL despilfarró el costo adicional de hacer regresar vía telefónica (en “ciclo de confirmación tecnológica”), al secretario De la O, a “agradecer” que se hubiera proporcionado la información solicitada cuya utilización incierta quedó al resguardo del gobierno de NL sin garantía de privacidad.

Ahora, se dice, todo es por la “salud” de los ciudadanos, por la “nueva realidad” esgrimen con mal disimulada avidez de poder, y es de suponer que su preocupación les llega hasta el insomnio con un celo delirante (el que nunca exhiben por ejemplo por la mil veces más fatal contaminación atmosférica) por dizque preservar la vida humana del covid-19.

Pero hay todo tipo de políticas puestas en marcha. Los calendarios de apertura a la actividad productiva del país se manejan con ligereza y quedan en el aire supuestas fechas ciertas. Otras se refuerzan: pocos saben que en el covid 80 o 90% de los pacientes puestos en ventilador mueren. Sus pulmones estallan, cuando una dosis masiva de vitamina C bastaría para salvarlos.

Pretendidamente para salvar el ciclo escolar, se habilitó una educación a la distancia con un sinnúmero de fallas, pese al empeño y dedicación de numerosos docentes. La verdad es que sin experiencia tele pedagógica cada quien, alumnos y maestros, hicieron de su didáctica virtual lo que pudieron que no fue mucho. La nueva pedagogía vía internet y las PC los enfrentó a una cruda realidad, a la que se contestó desde la secretaria de Educación con total displicencia: “Si no tienen internet pueden seguir sus clases por radio o por televisión”. Nadie supuso que el aviso tenía ni la más remota dosis de realidad, como tampoco lo tiene que terminar el ciclo así haya valido la pena.

Otro trasfondo que se ha escuchado intermitente en México y ahora se magnifica hasta en el despacho Oval de Washington, es el inusitado relato de médicos encabezados por el doctor Shiva Ayyadurai, que dicen en carta a Trump haber sido coaccionados por el lobby mafioso de la OMS para etiquetar a todos los fallecidos como covid-19. A la nebulosa paramétrica de los datos sospechosos, confirmados, recuperados, fallecidos, etcétera, debe añadirse este elemento de incertidumbre donde danzan millones de dólares en intereses espurios.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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