Por supuesto que se merecía Alfredo del Mazo a alguien como Ernesto Nemer Álvarez para que le vinera a ayudar a desenmarañar todo el mugrero en el que lo tienen sumergido todos quienes no quisieron su candidatura.
Nemer no es una perita en dulce, y todos los que lo conocen y lo han calado, lo saben. A ver si ahora sí se ajusta todo a la perfección y ya dejan en paz al hombre digno y decente que es Alfredo del Mazo. Me encanta ese dicho de: Pa' los toros del Jaral, los caballos de allá mesmo...
Ernesto ha sido un gran ejemplo de valor y fortaleza. Si alguna vez se ha caído, siempre se ha levantado y bien. Y allí va de nuevo. Con una escuela ejemplar de su muy querido Emilio Chuayffet, ha sido un hombre valiente y esforzado. Él también fue candidato para gobernador de este estado, y su esposa y eterna compañera Carolina Monroy también. De ese tamaño es el moño.
Ahora sí las probabilidades de que esta campaña arranque y bien y de que gane Alfredo del Mazo, son mayores cada vez. Ahora es tiempo de añadir. Y quien conoce al estado, conoce a todos sus actores. Los de la vieja guardia, los del grupo Toluca. Esos que formaron y forjaron este hermoso lugar de norte a sur. Grupo Atlacomulco o Toluca, es lo mismo. Siempre están unidos. Unidos para ganar.
¿Qué si es una elección nacional? Sin duda. ¿Qué si es la más importante que tiene la república mexicana en este momento? Por supuesto. ¿Qué si están apostando a ganar-ganar todos? Está de manera entendido. ¿Qué está poniendo Peña a sus mejores actores políticos en la contienda? Más le vale.
En este estado el PRI no es poco ni son pocos sus operadores políticos. Desde todos lados confluyen excelentes hombres y mujeres para apoyar a quienes ellos eligieron. Porque además, Del Mazo estuvo a un tris de ser gobernador hace seis años. Y se aguantó el sainete que armó el maravilloso de Eruviel.
Ahora le toca la grande. Luchar y agarrar todas las fortalezas que tiene. Y añadir, por ejemplo a un extraordinario operador político, tal vez el mejor de América Latina: Isidro Pastor, que no está tan lejano como parce. Yo sé por qué se los digo. Al tiempo...
