Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil pensaba en los ricos y los famosos metidos a la política. Una nota de Silvia Arellano y Rafael Martínez en su periódico MILENIO informa que “Movimiento Ciudadano registró a Roberto Palazuelos para la candidatura al gobierno de Quintana Roo, luego de que esta tarde se definió que dicha candidatura se otorgaría a un hombre”. Empezaba el año, Palazuelos escribió en su cuenta de Twitter: “Todos los proyectos del Presidente López Obrador son bienvenidos y seré su aliado en los esfuerzos que haga en beneficio de los habitantes de Quintana Roo, estoy seguro de que coincidimos en que una parte muy importante es proteger al máximo la ecología de esta zona maravillosa”.
Anjá cómo ño. Como todo mundo sabe, Palazuelos es un actor de carácter (a veces un poco fuerte), un próspero empresario y ahora un virtual candidato a la gubernatura de Quintana Roo. Palazuelos tiene el color del partido que lo postula: el naranja de Movimiento Ciudadano. Mucha lámpara de rayos de sabe dios qué. Dicen que Luis Miguel le enseñó la audacia. Gran decisión del partido, pues en la semblanza de Wikipedia se afirma que Palazuelos es actor, empresario, modelo, abogado, productor de cine y presentador. Caracho, ¿que si modelas ésta? (no empiecen).
Lean el comunicado del MC: “De esta manera, Movimiento Ciudadano refrenda su compromiso con ser un espacio abierto y un vehículo para la participación de la ciudadanía libre, donde son bienvenidos quienes desean la transformación del país y mejores gobiernos”. Al legado de Palazuelos se le compara con la historia del liberalismo de Jesús Reyes Heroles, vean si no: este precandidato ha rodado no sólo bicicletas sino pietaje cinematográfico: Los verduleros 3, Agave sorpresa, 7 años de matrimonio; ahora mal sin bien, en la pantalla chica, Palazuelos es invencible: Nosotros los guapos, Qué bonito el amor, Mañana es para siempre, y otras obras de gran calado. Pues este señor, rico hotelero, podría ser gobernador de Quintana Roo. Gil no quisiera mentir: siempre ha simpatizado con Movimiento Ciudadano. Pero ya de plano Palazuelos. Ahí se ven.
Por cierto, la senadora Marybel Villegas no llegó a su cita con Movimiento Ciudadano donde se tenía previsto que se registrara para la candidatura al gobierno de Quintana Roo, tras perder la contienda interna en Morena. Por la tarde, el coordinador emecista en el Senado, Clemente Castañeda, dijo que no estaba enterado de dicha postulación, “y no lo podría confirmar, me gustaría que fuera la dirigencia nacional la que pudiera hacer el planteamiento […] como coordinador del grupo parlamentario, sería un honor que la senadora pudiera integrarse al grupo”. Todo va muy bien.
Nuevos cargos
Gil tiene una idea (no se burlen): ricos y famosos deben gobernar a este país. ¿Leyeron el currículum espectacular de Palazuelos? ¿Sabe usted de Cuauhtémoc Blanco, el gol contra Holanda? Pues gobierna Morelos. Así las casas (muletilla patrocinada por el licenciado Bartlett Chu-chu-chu), Gamés se pregunta si incluso algunos ricos y famosos pueden y deben ocupar cargos altos de la función pública, digo, mejor que Irma Eréndira y John, hasta Gil Gamés.
Alfredo Adame en Gobernación, desde luego después de que Adán Augusto López Hernández deje su cargo, cof, cof. Adame es firme, no se deja, le gustan los millones y reparte madrazos a diestra y siniestra a hombres y mujeres por igual.
Perdimos a la corcholata Salinas, pero nos queda Gloria Trevi, grandota, seria y limpia como su conciencia, ella para la Secretaría de Salud. Gil jura que lo hará mejor que López-Gatell. Raúl Araiza ya hizo sus trabajos para el Partido Verde, pero, ¿qué les parecería en la Secretaría de Educación? La propulsión a chorro dejaría atrás a Delfi. Eso sí, el subsecretario de Educación Básica sería Jorge Van Rankin. Y Chabelo, ustedes lo saben, sería precandidato a la Presidencia de la República. En conclusión, votemos por los ricos y los famosos para que ocupen altos cargos en el gobierno, el partido poco importa. ¿Estamos?
Todo es muy raro, caracho. Como diría Anatole France: “Impopularidad tiene asegurada todo el que goza de popularidad”.
Gil s’en va
Gil Gamés
