Política

Aquellos años felices

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Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil vio al Presidente arremeter contra Carmen Aristegui y su revista Proceso. El motivo del litigio no es de poca monta: un reportaje sobre la empresa Chocolates Rocío cuyo dueño es Andrés Manuel López Beltrán. El Presidente deslindó a sus hijos de cualquier acto de corrupción y le dio una paliza a los periodistas de marras (gran palabra): “Proceso y Aristegui nunca han estado a favor de nuestro movimiento, que ellos dicen que porque son independientes, y yo sostengo que sí son independientes, pero independientes del pueblo, que nunca se han involucrado, nunca han hecho periodismo a favor del pueblo. Carmen Aristegui escribe en Reforma y pertenece pues, al grupo que apoya al bloque conservador. Entonces nada más aclararlo, porque ya no estamos en el tiempo de la simulación. La gente pensaba que Aristegui era un periodista de vanguardia, yo me quedaba callado, pero en el mismo movimiento nuestro, por respeto, que era una especie de paladina de la libertad, y yo tengo otra opinión, porque cuando estábamos en la oposición ella me entrevistaba una vez cada seis meses y buscaba ponerme en entredicho como buena periodista conservadora”.

Oh, no, por Dios, a Gilga le da el soponcio, se ha destruido una bella amistad. El Presidente ha exagerado, por no decir que ha mentido, si él mismo fue un defensor definitivo de Carmen Aristegui cuando ella terminó sus relaciones laborales con MVS y acusó de censura a la mafia del poder. El mismo Gamés vio con sus ojos que han de devorar los gusanos a Aristegui al llegar a una casa plena de lopezobradoristas, el círculo más cercano, y recibir una ovación. De verdad, le aplaudían los comensales al llegar a la cena. Por eso alguna vez Gilga la llamó Santa Carmen.

Ahora con toda seguridad todos ellos y ellas estarán muy enojados con Aristegui.  Por lo que toca a Gilga, la exitosa periodista, estuvo cerca de hacer activismo a favor del entonces candidato a quien se le usurpó la presidencia. Mju. Aquello era una cosa digna de un monumento en avenida Reforma. En lugar de Colón, ¿les late? Esa amistad ha terminado, y todo por culpa del neoliberalismo. Chin. Tan bien que estaban juntos en la misma causa. ¿O habrá alguna conveniencia de ambas partes?

En Palacio cantan no sin melancolía “Nuestros años felices”. Así pasa la vida, medita Gilga, entre pleitos y adversidades. Anjá. ¿Quién tiene razón?: sepa la bola, pero hay que decir que el reportaje es flojón, flojón. Nada se sabe bien a bien, acerca de los hechos que pretende denunciar.

Sonora y Durazo

Gil ha comprobado que en Sonora, el gobernador Durazo ha hecho lo mismo que hizo como secretario de Seguridad del gobierno federal: nada. Una nota de la redacción de su periódico El Financiero informa que “un ataque armado que cobró la vida de tres personas ocurrió el jueves por la noche en el Palacio Municipal de Guaymas en el estado de Sonora”.

La agresión iba dirigida contra del secretario de Seguridad local de Guaymas, Andrés Humberto Cano, quien es también un capitán de la marina, y no contra la alcaldesa Karla Córdova, apuntó durante la mañanera el secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán.

El secretario remarcó que la ubicación de la alcaldesa del municipio coincidió con la del secretario de seguridad y por ello la confusión. Total, una masacre.  El ataque ocurrió cuando los dos funcionarios bajaron a establecer un diálogo con grupos feministas que estaban finalizando la ‘toma simbólica’ del Palacio Municipal de Guaymas con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.

Lean esto que ya leyeron la lectora y el lector: una de las víctimas fue Marisol Cuadras de 18 años, quien formaba parte de la colectiva Feministas del Mar, de acuerdo con datos de la organización omen on Fire. Ojeda informó este viernes que se trataba de la hija de un miembro de la Armada de México.

Mientras tanto el gobernador Durazo papaba moscas. Otra víctima fue Antelmo Eduardo, un guardia de seguridad de la alcaldesa y uno de los sicarios sobre el que ya había una orden de aprehensión y al que ya se había tratado de arrestar.

El gobernador Alfonso Durazo puso en juego toda su inteligencia: “Estamos todos participando de manera coordinada y vamos a dar con los responsables, que no quepa duda”. Es que de veras.

Todo es muy raro, caracho, como diría un proverbio judío: “con una mentira se llega muy lejos, pero sin esperanzas de volver”. 

Gil s’en va

Gil Gamés

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  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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