Avanzan los días rumbo al 2023 y los suspirantes de todos los partidos lo saben; no hay tiempo que perder para demostrar por qué son los “gallos” para ocupar la silla de Lerdo 300.
Morena ha comenzado a responder a la creciente mediática del priismo del Estado de México, bueno, en especial el Grupo Texcoco. Horacio Duarte, el responsable de que no entre nada ilegal al país, también se ha sumado a la estrategia de hacer como que le preguntan si quiere ser el candidato de su partido para responder que “está listo”.
Desde luego esto ha movido las piezas de sus amigos de partido; Delfina Gómez, la secretaria de Educación, quien ya sabe cómo es este escenario, e Higinio Martínez, ahora con cubrebocas después de dar positivo a Covid-19, quien retomó sus “encuentros” que la militancia le pide tener. Llama la atención que este sábado realizó la “Convención estatal de mexiquenses de corazón”, en donde no estuvieron presentes ni Delfina Gómez ni Horacio Duarte, ¿será que no son unos descorazonados? ¿O que ni mexiquenses son?
En el PAN, el superposicionado Enrique Vargas dejó entrever los acercamientos con Movimiento Ciudadano para el 2023, dijo que ese partido puede aportar hasta 8 por ciento de la votación para ganarle a Morena. Con ello se conformaría el bloque opositor PRI-PAN-PRD-MC, pues recordemos que el PVEM está más amorenado que nunca y ni se diga del partido de los maestros Nueva Alianza.
No obstante, la pelea mediática es fuerte entre quienes aspiran a abanderar esa gran alianza, sobre todo en el PRI, donde se mueve más quien prácticamente menos simpatía tiene y nos referimos a Alejandra Del Moral, la secretaria de Desarrollo Social del Estado, quien tiene como estrategia decir y decir y decir que es la elegida por Del Mazo Maza, presumir sus fotos con el mandatario, hablar bonito de él y hasta acudir con él a la ceremonia de posesión del nuevo arzobispo. Bueno, hasta acudió en representación del gobernador a la ceremonia de Profesión de fe y Juramento de Fidelidad de Monseñor Raúl Gómez. ¿Qué no le correspondía al secretario de Gobierno, Ernesto Nemer?.
Y es que Del Moral tendrá que remar mucho contracorriente, pues entre las estructuras del PRI, cuando ella era la presidenta del partido, hay heridas que quizá le cobren factura, como haber despedido a todos los delegados y no pagarles, es solo un ejemplo.
Este será el escenario de aquí para el real, pues no hay definición, no hay elegidos y mucho menos la certeza de lo que podría suceder, solo el tiempo nos irá aclarando el panorama.
Germán Zepeda
