El pasado lunes 6 de mayo se llevó a cabo la sesión extraordinaria del Consejo Político Nacional del Partido Revolucionario Institucional en donde se discutió cómo será el método de elección para elegir a la próxima dirigencia nacional.
Después de acalorados debates hubo un consenso entre los miembros del tricolor y el método de elección será mediante consulta a la base, el acuerdo final fue que el partido será quien organice la elección interna y no el INE como se tenía pensado.
Claramente, al día de hoy, se puede ver a Alejandro Moreno Cárdenas “Alito”, gobernador de Campeche y al Dr. José Narro Robles, ex secretario de salud y ex rector de la UNAM, como los grandes contendientes a quedarse con la dirigencia nacional del PRI.
De igual manera Ivonne Ortega y Ulises Ruiz han levantado la mano para dirigir al otrora partidazo pero no han tenido el apoyo suficiente tanto de la cúpula como de la base priista, por lo tanto se puede vislumbrar que la batalla será entre Alito y el Dr. Narro.
Como en toda contienda política cada aspirante tiene el respaldo de distintos actores políticos, la nomenclatura peñista ve con buenos ojos la llegada del Dr. Narro, en tanto que la mayoría de los gobernadores del tricolor y parte importante de la base priista apoyan a Moreno Cárdenas e inclusive se rumora que tiene el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Durante la sesión extraordinaria dieron a conocer sus puntos de vista diversos actores del tricolor, Carolina Viggiano, diputada federal, durante su intervención dejó claro su apoyo al gobernador de Campeche, asimismo, Augusto Gómez Villanueva, ex secretario de la reforma agraria con Luis Echevarría, hizo una narrativa de la historia del tricolor, adujó que gran parte de la derrota acaecida el año pasado fue por ir en contra de los postulados de la Revolución Mexicana, mientras que la senadora Beatriz Paredes hizo énfasis en que quien quiera ser dirigente nacional no debe aspirar a algún cargo de elección popular mientras dure como presidente del partido.
El próximo dirigente nacional y la militancia priista tienen en sus manos una bomba de tiempo, pues se verá si esta elección abonará a que el tricolor salga adelante o si definitivamente será la estocada final que lo lleve a ser un partido marginal y sin relevancia a nivel nacional.