Sir Isaac Newton, fue un estudioso de la alquimia, tenía su propio laboratorio en la universidad para experimentar con diferentes mezclas de una gran variedad de elementos y compuestos químicos conocidos, pero no se imaginaba o posiblemente sí, no lo sabemos, que los experimentos que trataba de realizar en su laboratorio, se estaban llevando a cabo en todos los rincones del universo, en esos cuerpos celeste que se movían bajo las leyes que el formuló, presentan las características necesarias para tales eventos. Recordando que en los tiempos de Newton, la química no se había desarrollado con el rigor científico como el área de la física.
Los primeros fenómenos alquimistas iniciaron con el universo primigenio, después del Bin Bang se formaron Hidrogeno, Helio y una muy pequeña porción de Litio, pero en el propio proceso de expansión el universo se enfrió y ya no le fue posible juntar a más partículas elementales para formar elementos más pesados, pero el universo se las arregló para que al paso de varios millones de años, vieran la luz las primeras estrellas, esto debido a la acción de la fuerza de gravedad para que ejerciera su influencia en estos elemento ligeros de agruparan en grandes nubes que a su vez con el paso del tiempo y al aumentar su densidad colapsaran y se incrementara la gravedad y la cantidad de material provocando el aumento de la presión y subiendo enormemente la temperatura como consecuencia de todo lo anterior, esto provoco que los átomos de hidrogeno empezaran a fusionarse, al inicio, dos núcleos de hidrogeno formando deuterio, luego, dos deuterios forman tritio para finalmente formar con otro núcleo de deuterio, helio. En todo este proceso de hidrogeno formando helio se libera una gran cantidad de energía que se manifiesta en fotones, es decir, las partículas de luz, cuando estos fotones escapan a la acción de la gravedad de la estrella es el momento en esta ha iniciado su evolución como tal, este proceso generara elementos más pesados llegando hasta el hierro, en este momento la estrella ya no tendrá la suficiente presión y temperatura para seguir generando elementos más pesados.
Los elemento que tenemos aquí en nuestro planeta Tierra, se formaron hace millones de años en estrellas que evolucionaron lentamente hasta agotar su combustible nuclear y terminar lanzando hacia el espacio sus capas exteriores formando lo que conocemos como una nebulosa planetaria, otras, mucho más masivas que nuestro Sol, llegaron a su fin de una manera más rápida y violenta, en forma de supernovas, eventos violentísimos en donde la estrella se desprende de su material en tiempo muy corto liberando una gran cantidad de energía, y creando las condiciones propicias para la generación de elementos más pesados.
Varios elementos como el oro que trabajan nuestros orfebres y el hierro de nuestra sangre se generó en el interior de las estrellas, que lanzaron al espacio parte de su material, con el paso de millones de años y por la gravedad daría origen a nuestra nube protosolar que originaría nuestra estrella, los planetas, las lunas, cometas, asteroides y demás cuerpos que forman parte del sistema solar, esto aproximadamente cuatro mil quinientos millones de años atrás.
Al observar en una noche despejada a las estrellas, estaremos dando un vistazo a nuestro antiquísimo y lejano árbol genealógico del cual descendemos, o sea, somos polvo de estrellas.