"Mientras que la pobreza, la injusticia y la desigualdad existan en nuestro mundo, ninguno de nosotros podrá realmente descansar”, Nelson Mandela
La anterior frase, que parece universal, considero que no es aplicable para todo el genero humano, menos para muchos mexicanos que no toman en cuenta a la pobreza como “la peor forma de violencia”, según Mahatma Gandhi. Porque aunque sigue siendo una constante en la historia de la humanidad, preocupación de gobiernos humanistas, de empresarios solidarios, pocos la entienden hasta haberla vivido.
Porque ser pobre es tener escasez o carencia de lo necesario para vivir como un ingreso mensual abajo de la canasta básica, no tener derecho a la educación, a los servicios de salud, a la seguridad social, acceso a la alimentación, a la calidad y espacios de vivienda, a los servicios básicos como drenaje, electricidad, gas, agua entubada. Y esto en su mayoría no lo viven como un problema constante, los 7 mil 800 millones de habitantes del planeta. Aunado a que muchos ciudadanos no conocen la pobreza, ya que solo la han visto en los paraderos de las calles donde a veces se pide limosna, en las vidas de los que dan servicios en el hogar o en la pantalla grande como referencia de alguna historia por narrar. Además de que proceden de familias que no han tenido carencias, ni mayor contacto con gente en esa condición. Por eso algunos consideran que la pobreza es creada por la gente pobre, en el que tiene que ver su holgazanería, su falta de superación, de querer aprender y querer tener mejores condiciones de vida.
Sin embargo, para algunos líderes y benefactores, sin considerar lo anterior, por su sensibilidad, conocimiento y conciencia social es una preocupación constante disminuirla, una deuda insoslayable en el que se tiene que modificar modelos y conceptos de nuestra sociedad. Por eso el tema de la pobreza, aunque ha sido importante para investigadores de economía, politólogos y para los interesados en problemas del ser humano, han sido más palabrería que acciones, pocos que han tenido resultados masivos como Muhammad Yunus, que sacó de la pobreza a millones por la implementación del Banco de los Pobres. Así como el gobierno Chino ha abatido la pobreza de 800 millones de personas en 40 años por la apertura económica.
Los pobres si existen en el mundo y no podemos ignorarlos, ya que representan casi el 20 % de la población mundial. En nuestro país, representa el 43.9% de la población total, según la CONEVAL, y que en los últimos años ha aumentado en 2 puntos por la pandemia y a pesar de los esfuerzos del gobierno actual en el que ha sido prioritario en su plan de gobierno “primero los pobres”. Pero también hay aspectos positivos que destacar como el que 24% del gasto total del gobierno ha sido asignado para programas sociales, considerado por la OXFAM como la implementación de más recursos que nunca en los últimos 10 años. Así como el incremento al 40% del salario mínimo en lo que va del sexenio ha beneficiado a disminuir la pobreza (CONEVAL). Todos debemos ayudar en lo posible a los pobres que tenemos cerca, que se encuentran en las afueras de las ciudades, en los pueblos y rancherías, en los penales, en las fronteras, trabajando a veces como esclavos, en los templos pidiendo milagros y otros en panteones. Por eso la pobreza es un mal tan terrible “que priva al hombre de todo espíritu y virtud. Es difícil para un saco vacío permanecer derecho”, Benjamín Franklin.
Gemma Medina