Otra vez nos encontramos ante la incertidumbre que genera un cambio de gobierno, que ahora se pretende cambio de régimen, en los distintos ámbitos de la vida pública.
Uno de ellos es el educativo, elemento toral para el desarrollo de un país, que nuevamente se enfrenta al accionar, a las resistencias, a los intereses de diferentes grupos de presión que están complicando la planeación a nivel nacional del inicio del nuevo ciclo escolar 2019-2020.
Esta situación da lugar a especulaciones, a versiones extraoficiales sobre asuntos de política educativa y de desarrollo curricular que ya debieran, a estas alturas del ejercicio de la actual administración, tener mayor claridad y posicionamientos oficiales que den tranquilidad y certidumbre.
En el ciclo lectivo que está por concluir se establecieron tres tipos de calendario que se han podido cumplir.
En las escuelas pertenecientes a la Subsecretaría de Educación Región Laguna de Durango, al igual que en otras partes del país, se trabajó con los Planes y Programas publicados en 2017, específicamente con el componente de Formación Académica sólo en 1º. y 2º. año de primaria y 1º. de secundaria, además de los dos restantes componentes en todos los grados desde preescolar hasta secundaria.
Debemos reconocer que hubo tropiezos y retrasos en la implementación de la Autonomía Curricular, así como insuficiencias en la capacitación de los docentes para trabajar lo relativo al Desarrollo Personal y Social.
Nada ganamos con ocultar que sí se presentaron problemas con la puesta en marcha del Modelo Educativo 2017. Aceptarlo permitirá una mejor actitud ante lo que viene.
Se ha filtrado información, no oficial, de que para el ciclo 2019-2020 se utilizarán programas y libros de texto correspondientes a dos diseños curriculares diferentes, el 2011 y el 2017, lo que habrá de complicar la tarea de los maestros si se llega a confirmar y exige que, de manera inmediata, se programe la capacitación de nuestros docentes.
El otro problema, que este año escolar nos afectó en las escuelas de la Laguna de manera considerable, es la entrega incompleta de libros de texto y materiales educativos. Las áreas centrales de la SEP no hacen una distribución apegada a las necesidades reales de las regiones.
¿Ahora sí nos cumplirán? Como puede verse, el panorama que se abre ante la pretendida reforma educativa es complicado. Hagamos cada quien lo que nos toca y que sabemos hacer.