Se habla internacionalmente de los mil y un estropicios que causa el gobierno del pato Donald Trump, al punto de que se estima que el gobierno de este sujeto maligno es una amenaza en más de un terreno. Bien que se dice que ha puesto “nervioso” a más de un gobierno, incluyendo el propio establecimiento estadunidense. Así se creé que esta incertidumbre no mella en Wall Street.
Ya aparecen fuertemente las consecuencias de una persona que ha evidenciado problemas mentales, con juicios de personas aptas para juzgar; no obstante, este millonario no desasosiega en los círculos financieros. El alborozo de sus semejantes en riquezas fue notorio, propiciando una presunta bonanza y esperanzas de que este gobierno pudiese crear condiciones de mejoría estadunidense. Pero declaraciones del antimexicano de facto impusieron desalientos y pérdidas bursátiles. Se ha manejado como si fuese un dictador y no un gobernante sujeto a la división de poderes, y sobre todo a los vaivenes de la economía. No se guarda en lanzar amenazas y sus acciones han caído y anuncian que cargará con impuestos.
Sujeto con conflicto de intereses, llega al punto de que su hija le acarrea también problemas, cual es el caso de una de sus famosas firmas. Ha sobreestimulado un nacionalismo patriotero, que le lleva al punto de hacer demagogia con la consigna de “América primero”. Su objetivo: “Nuestro objetivo como nación tiene que hacer depender menos de importaciones y más de productos hechos en Estados Unidos”.
La impericia ya muy notoria de este gobernante ha acarreado ya reservas y alertas, cual es el caso de Alemania que advierte que puede volverse equidistante entre sus aliados y Rusia. Nombrado presidente tanto por los errores del Partido Demócrata como por juegos electorales que tienen poco que ver con la democracia directa.
De suerte que el mundo está sometido a vicisitudes peligrosas y que de inmediato han damnificado mucho a México. Es de recordarse la advertencia de Hilaria Clinton que ya reconoció lo que es cada vez más rotundo, su división interna.
México manifestó abiertamente inconformidades y se puede decir que también el país mexicano está en estado de alerta, pues los mil y un daños que ya ha causado podrán incrementarse día con día. Ya hay una posición firme frente al magnate narcisista e ignorante en más de una dependencia. Es obvio que vienen años de problemas y no solamente por el estúpido muro, que no es admitido ni lo será.
