Llegué a la conclusión de que el optimista piensa que todo es bueno, excepto el pesimista, y que el pesimista piensa que todo está mal, excepto él mismo", por supuesto esta es una de las posiciones clave que hicieron de G.K. Chesterton un ser humano apto para iluminar, trastocar actitudes.
Enrique Peña Nieto se dirigió a quienes tienen "una actitud pesimista" frente a los cambios que se han dado en su administración, según él gracias a las reformas. Basa su creencia: ahora México cuenta con la tasa de inflación más baja de la historia, ha generado el mayor número de empleos, y la economía interna se está moviendo. A él le gusta hablar de movimientos en una ruta correcta. Se ufana: entiende que el seguimiento de su proyecto reformista está creciendo, y está alcanzando mayores niveles de desarrollo, "a pesar de que en el mundo tenemos un escenario adverso".
De ser cierta la idea presidencial, no habría una "cruzada contra el hambre", y no habría las mil y una muertes infames, algunas esclarecidas y otras que lastiman no solo por la crueldad de los crímenes, sino también por las confusiones y contradicciones de funcionarios responsables de la difícil paz pública.
Apenas si es necesario advertir que la nación no está en paz, sino que hay presurosos e insuficientes afanes para la pacificación, sobre todo en aquellos estados en los cuales las matanzas son frecuentes (ahora en Veracruz aterra con la aparición de nueve cadáveres semienterrados en fosas clandestinas), y la referencia y miedos son veneno diario de cada día en algunos estados.
Los optimismos y los pesimismos son más expresiones derivadas de acontecimientos, que valoraciones crónicas de personas. No es accesible el optimismo cuando se sabe de hambre y hambrunas, y de áreas que han tenido que llegar, dicen, a la autodefensa, habida cuenta de que las fuerzas represoras, militares y civiles no bastan para propiciar y restablecer orden y seguridad constantes. Esperanzas y fortalezas, en tanto puedan ser firmes y comunes, son y serán engendros de conductas inhibidoras de los males que afectan, en todos los tiempos, a las congregaciones y convivencias.
Es sabido que optimismos y pesimismos son inducidos. Las declaraciones de los poderes federales son contradichas por los opositores, principalmente el PAN. El PRD no es tan drástico y los demás partidos "no tienen la menor importancia".