Política

Somos más los buenos

No hay mayor cáncer que la desesperanza, ni mayor fracaso que la mediocridad.

Ante los difíciles momentos que estamos viviendo como humanidad al enfrentar varias crisis simultaneas, es imperativo que cada uno asuma el compromiso de rectificar desde su propia trinchera para cambiar las realidades adversas que nos presenta la actualidad.

Vivimos, en el país y en el mundo, una severa ausencia de valores que se traduce en una descomposición social en todos los sectores.

La corrupción, la inseguridad, la violencia, la pobreza y muchos otros fenómenos son el resultado de lo que hemos dejado de hacer en la construcción de una sociedad más justa, equitativa y solidaria.

Nos está cobrando factura la pasividad del pasado y será peor en el futuro si seguimos cruzados de brazos.

Cambiar esta realidad sí es posible y comienza desde los individual para escalar a metas colectivas.

No es tampoco justo señalar solo a quienes hemos elegido como autoridades ya que ellas y ellos tendrán que rendir cuentas con la sociedad y con sus propias conciencias; seguir en este camino de buscar culpables ante el fracaso, solo será una bola de nieve que en el futuro resultará imparable.

Cuando las personas se acercan y hablan de lo mal que va el mundo, olvidan que somos más los buenos que deseamos cambiar esa realidad y convertir el terreno árido en terreno fértil para sembrar amor.

Tenemos que regresar a lo básico que es la convivencia, la comunicación y el amor entre la familia; una vez que hemos reavivado los valores, podemos transferir esa actitud al entorno laboral o educativo; después a nuestros vecinos y familiares; y de esta manera, cuando menos nos demos cuenta lograremos hacer una bola de nieve imparable pero para construir bienestar, armonía y paz.

Debemos entender que el caos, los problemas y las dificultades no son normales; que la pobreza, la inseguridad y la violencia deben ser erradicadas y que nadie puede estar exento de la búsqueda de la felicidad y la estabilidad.

La academia, la iniciativa privada, los gobiernos, las iglesias, los medios de comunicación, todos estamos llamados a ser causa de unidad y no motivo de peleas irreparables.

Ese es el sentido de la cuaresma que estamos viviendo dentro del catolicismo y que va más allá de no comer carne los viernes o guardar vigilia en dos semanas.

El verdadero reto es entender que en esta causa común, es nuestra obligación hacer lo que nos toca, hacerlo bien y recuperar la paz que hemos extraviado.


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Francisco Vázquez
  • Francisco Vázquez
  • Pbro. Rector de la Basílica Catedral de Puebla
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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