Hay frases que van poniéndose de moda. Dan caché. En inglés da más caché. No importa que erosionemos nuestra propia lengua, lo que importa es el caché.
Alegremente decimos fake news y no mentiras. Decimos big data, conjuntando un anglicismo y un latinajo. Queremos oírnos diferentes al vulgo y terminamos sonando como los idiotas que somos.
Prolegómeno aparte, quiero hablarle de los big data, término erróneo para referirnos a un conjunto grande de datos.
El avance en la potencia de las computadoras va permitiendo el análisis de enormes conjuntos de datos y extraer de aquella masa reborujada estadísticas reveladoras.
Usted, seguro, trae con usted un celular. Muchos los traemos.
De un tiempo para acá los celulares, los smartphones (Oh yeah) se enlazan con satélites y artilugios montados en las antenas de telefonía para registrar el punto de la faz de la Tierra que ocupamos.
Si nos movemos, se registrará nuestra velocidad.
Analizando todos esos datos, Google o Apple puede predecir el estado del tráfico por la calle por la que nos estamos desplazando convirtiéndose en una gran ayuda al movernos en las ciudades.
La aplicación Google Maps nos ayuda a establecer la ruta a seguir para llegar a nuestro destino.
Esta es una herramienta muy útil cuando uno está en una ciudad desconocida o cuando nos dirigimos a un destino desconocido.
Si usted ha usado esta función habrá visto que la aplicación predice el tiempo que nos llevará llegar a donde queremos ir y lo hace en función del medio de transporte.
Pues bien, un análisis como los descritos sobre el uso de esta aplicación revela que las consultas sobre rutas para moverse en bici han aumentado considerablemente en todo el mundo, producto de esta nueva normalidad en la que la bicicleta se ha revelado como lo que ya era: el medio idóneo de movilidad urbana pero ahora reforzada con la posibilidad de desplazamientos guardando una distancia segura, una sana distancia.
En Finlandia este aumento de consultas sobre viajes en bici han aumentado un 303%, en Canadá 248%, en Suecia 136%, En Francia 65%, en los Estados Unidos 40%.
La bici como vehículo del momento pandémico no ha hecho sino resaltar la importancia de la bici como medio idóneo de la movilidad urbana.
Siempre he criticado aquí la falta de visión de nuestras autoridades municipales y estatales para abrir las calles a todas las ciudadanas y los ciudadanos.
He señalado la crueldad de sus políticas cochistas que llena los hogares laguneros de muertas y de heridos graves.
Hoy, por fin, podemos ver una pequeña luz de cambio en el anuncio de la próxima ciclovía emergente en la Calzada Colón.
Con su conexión con la ciclovía del Constitución y la ciclovía de facto de la Morelos se puede empezar a visualizar una red incipiente para la movilidad no motorizada.
Estamos en el umbral de un Torreón un pelín más justo, una pizca más sustentable, con un dedo más de frente.
Una ciudad que deja de darle la espalda a la realidad.
Enhorabuena para Torreón y sus autoridades. Seguimos esperando a Matamoros, a Gómez Palacio, a Lerdo.
(twitter.com/fvaldesp)