1. Quienes desacreditan a la filosofía la definen como la ciencia con la cual o sin la cual al final te quedas tal cual. Su inutilidad, para ellos está fuera de discusión. Si la estudias, sentencian, solo encontrarás trabajo como profesor de filosofía. Sin embargo, el lenguaje que ella aporta es de gran actualidad e impacto, y conocerla nos serviría para ahorrarnos equívocos, como uno que se ha dado…
2. … en este tiempo de contingencia. Las autoridades han indicado que solo se mantienen las actividades esenciales. Esta palabra, esencia, responde a la pregunta ¿qué es? De manera que si nos preguntamos ¿qué es una naranja?, responderemos que es una fruta. Esa es su esencia. Pero las autoridades han descrito como…
3. … esencia no lo que define a una cosa, sino lo que designa la importancia vital, que en la pirámide de Maslow sería la base de esa estructura. En ella, según el psicólogo, están las necesidades fisiológicas –respiración, alimentación, salud–; un escalón hacia arriba están las necesidades de seguridad...
4. En la cúspide están las necesidades de autorrealización: resolución de problemas, creatividad, diversión, etcétera. Resulta lógico que, en medio de la contingencia, las autoridades limiten la satisfacción de estas últimas necesidades, privilegiando las mencionadas anteriormente. ¿Las quieren llamar esenciales, aunque en rigor filosófico todas las necesidades tienen su propia esencia? Concedamos.
5. El problema es que, al no haber estudiado filosofía las autoridades, y confundir esencia con necesidad, caen en errores. Un ejemplo. Definen como esencial la producción de alimentos, pero no la de envases, empaques y embalajes. Son actividades diferentes, pero atienden la misma necesidad.
6. Pero más allá de estas exquisiteces filosóficas, habría que pensar por qué a las actividades que no son esenciales en el lenguaje de las autoridades, o necesarias fisiológicas según la pirámide de Maslow, como un aeropuerto o un tren turístico, se les asignan ingentes recursos de la Federación, mientras que los profesionales de la salud, expuestos al contagio todos los días, tienen que mendigar sus recursos.
7. Cierre ciclónico. La semana pasada, la directora del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, acusó a la ciencia neoliberal (sic) de dificultar la respuesta a la pandemia. Me acordé cuando en la China de Mao se calificaba de bella a una obra de arte cuando defendía la revolución, y de fea cuando la atacaba. Pero bueno. Dicen que la apreciación artística es subjetiva. Pero: ¿también lo es la científica?