Lo primero que debe saber transmitir a sus alumnos quien enseña dibujo es que, para poder dibujar, lo más importante es saber ver. Esto podría parecer algo de perogrullo, pues el dibujo, la pintura y la fotografía son actividades visuales.
Pero saber ver implica un acercamiento consciente y racional a una función orgánica, del propio cuerpo.Ansel Adams, uno de los más importantes fotógrafos norteamericanos de la historia y que desarrolló el famoso Sistema de Zonas, hacía especial énfasis en que, en realidad la principal herramienta con la que cuentan los autores de fotos no es la cámara sino esa actividad subjetiva llamada visualización.
Que un fotógrafo necesite una cámara es tan evidente como que un dibujante necesite al menos un lápiz.
Pero después de todo, y esto es algo en lo que no suele repararse mucho, los carboncillos, pinceles y lápices no son más que herramientas que corresponden a distintos estados del desarrollo fabril.Lo más seguro es que a la mayoría de nosotros se nos haya enseñado que el sol sale de día y la luna de noche.
Y sí, organizar las ideas de esta manera nos da una noción de cómo son las cosas.Pero un sencillo ejercicio de atención nos permite constatar que una buena cantidad de días al mes la luna es visible desde temprano por las tardes, a veces desde mediodía.
Esto en el hemisferio norte se da cada mes, todos los meses, por lo común cuando nuestro satélite se encuentra en cuarto creciente y hasta las cercanías de la luna llena.Si esto ocurre con tanta frecuencia y cada uno de nosotros podemos comprobarlo muchas veces a lo largo de nuestras vidas, resulta sorprendente cómo la mayoría se sorprende al enunciar la frase “la luna también sale de día”.
Nos han repetido tantas veces esa y otras ideas similares acerca de la representación esquemática del mundo que las damos por buenas y al final nos cuesta trabajo confiar en nuestra propia percepción.
Todos aprendimos desde niños la forma en que nos enseñaros a dibujar árboles, casas, nubes, y las aves en el cielo, y la tenemos tan presente, que al hacer el simple experimento de intentar dibujar esos objetos y tantos otros del natural lo más seguro es que nuestro cerebro intente dibujar el esquema, el ícono, por sobre las formas reales.
En el ámbito de lo social, la enseñanza de que las cosas deben ser sólo de tal o cual manera tiene la función de hacer más sencilla la convivencia diaria. Pero siempre existe el riesgo de que estás convenciones se vuelvan normas rígidas de las cuales se exija obediencia ciega, que anulen la capacidad reflexiva y crítica de las personas; que se tornen en su sistema de amaestramiento.
Si a lo largo de la historia una gran cantidad de creadores nos han recordado que el arte es un acercamiento crítico y consciente a la naturaleza, entonces podemos decir que vivir con plena consciencia de nuestro entorno social y natural es todo un arte.