Luego de leer el artículo que Javier Tejado Dondé —alto ejecutivo de Televisa— publicó esta semana en El Universal ("¿Quién 'mató' a Chabelo y a la programación infantil?", 1/XII/2015), cabe preguntarse si en el siguiente periodo de sesiones del Congreso de la Unión algún diputado o senador simpatizante de Televisa y Tv Azteca presentará una iniciativa para echar abajo los lineamientos que la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) publicó en el Diario Oficial el 15 de abril de 2014 con el fin de regular la publicidad de "refrescos, botanas, confitería y chocolates"; tales lineamientos —en vigor desde julio de ese año—, forman parte de la Estrategia Nacional para la Prevención del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes y prohibieron que la emisión de anuncios vinculados con la comida chatarra se haga entre las 14:30 y las 19:30 horas, de lunes a viernes, y de las 7:00 a las 19:30 horas sábados y domingos, es decir, los horarios en que, se supone, los niños ven la televisión.
COFEPRIS, 'CULPABLE'
Para Javier Tejado la culpable de que el programa En Familia, conducido desde hace 48 años por Javier López Chabelo, salga del aire es precisamente la Cofepris por haber emitido esa disposición legal; sin embargo, aclara: "La menor de las tragedias es Chabelo. La realidad es que no hay forma de que la Tv mexicana pueda ya producir programas para los niños mexicanos, pues no hay quién los patrocine y/o comercialice".
El ejecutivo de la principal televisora del país sostiene que: 1) "la regulación ha sido muy dañina y es ejemplo de lo que no se debe hacer"; 2) "las restricciones que hay en México no las enfrentan los programadores de otras partes del mundo"; 3) "la sobre-regulación en México ha impedido que continúen y se desarrollen programas mexicanos para las audiencias infantiles"; 4) "esta regulación está probando ser ineficaz pues el problema de la obesidad es multifactorial y no se solucionará solamente con restricciones a los anunciantes mexicanos". Y concluye: "Queda claro que el fin de la era Chabelo es solo el principio del problema. La realidad es que estamos en proceso de quedarnos sin contenidos para la niñez mexicana".
PUNTA DEL ICEBERG
El caso Chabelo es, entonces, la punta del iceberg y lo que viene debajo es una sequía de programas infantiles en la tv mexicana, término que Javier Tejado utiliza como sinónimo de tv privada. Por supuesto, la tv mexicana no es solo Televisa o Tv Azteca. El Canal 11 transmite programación para niños y es tv mexicana. También lo es el 22 que, por cierto, debería intensificar su producción de programas dirigidos a los niños. Ambos canales, sectorizados en la SEP, tienen que asumir la obligación que la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFRT) asigna en su artículo 218 a esa secretaría: "Elaborar y difundir programas de carácter educativo y recreativo para la población infantil".
Televisa amenaza con abandonar el target infantil, únicamente volvería a él si en la producción o difusión de programas para niños hubiera patrocinios comerciales. Y, por lo que se ve, desde su perspectiva las únicas empresas que pueden patrocinar espacios para programación infantil son las que fabrican comida chatarra. Las jugueteras o las editoriales no cuentan.
TELEBANCADA
En la conferencia de prensa realizada el 15 de julio de 2014, cuando la Cofepris presentó los lineamientos para la publicidad de comida con "alto contenido calórico", se anunció que saldrían del aire 10 mil 236 spots que anualmente promovían la ingesta de ese producto. Eso, en dinero, representaba, seguramente, una cifra muy importante que ahora las dos grandes televisoras añoran.
Por lo tanto, no es descabellado pensar en que Televisa acuda a sus legisladores simpatizantes en el Congreso de la Unión para que alguno de ellos tome en sus manos la inquietud de la empresa e intente, a través de una iniciativa de reforma, echar abajo las disposiciones legales que la Cofepris emitió para restringir la publicidad de comida chatarra.
SALUD, EN RIESGO
La reforma tendría que modificar o derogar dos de las facultades que el artículo 219 de la LFTR otorgó a la Secretaría de Salud, de la cual depende la Cofepris: 1) "establecer las normas en materia de salud para la programación destinada al público infantil"; 2) "imponer las sanciones por el incumplimiento de las normas que regulen la programación y la publicidad pautada dirigida a la población infantil en materia de salud". O bien, Televisa tendría que negociar con la Cofepris para que modifique los lineamientos en vigor desde 2014 y la comida chatarra vuelva a promoverse en la pantalla sin restricciones de horario como ocurría antes.
Sería la ley Chabelo y formaría parte de las reformas que las grandes televisoras promueven para 2016, por ejemplo el regreso de la propaganda pagada por partidos y candidatos.