En la mente de los morenistas fifí es el que forma parte de la clase económicamente alta, ergo: los que estaban a favor de Texcoco o los que ven al sindicalismo de los maestros como algo malo.
También aquellos que son presumidos y les gusta estar a la moda; por contra, los chairos son los seguidores de AMLO y por supuesto son simpatizantes de Morena, pero más específicamente “son aquellos que defienden causas sociales y políticas en contra del pensamiento de la derecha, pero se les atribuye falta de compromiso con lo que dicen defender”
Se infiere que el advenimiento de estos dos términos, que no son nuevos, sí son actuales o por lo menos podemos decir que se pusieron de moda por la polarización que se ve y se siente por todos lados, de tal forma que hasta “en las mejores familias” se da el fenómeno.
En mi caso, mi cuñada me define como fifí pero mi esposa dice que no, y yo en lo personal pienso que algunos de mis hermanos podrían ser liberales o con ideas socialdemócratas, aunque por ello no creo que caigan en el calificativo de chairos; y admito tener otros parientes de buen nivel económico, pero que les tiene sin cuidado la moda y mucho menos podría pensar de ellos que son presumidos.
Sin embargo, viviendo la confrontación no deja de tener un valor altamente positivo que esto suceda, pues agudiza el pensamiento y provoca la reflexión, que mucha falta nos hace.
Se puede decir que en abono a esta confrontación a final de cuentas benéfica, hay personas fifís que admiran a una persona chaira y de igual manera funciona al revés: chairos que admiran a un fifí.
Lo interesante para mí de esta polarización es que por lo menos se aleja un poco o un mucho, según lo veamos, de los malévolos calificativos entre ricos y pobres o los blancos contra los negros, y se da, por lo menos, en un ambiente algo frívolo que podría aminorar la carga de desprecio y de discriminación que se dan en las otras posturas tan dañinas como irreconciliables.
Lo importante a final de cuentas es encontrar un terreno común de discusión y de diálogo, seamos fifís o chairos, que evite etiquetar a las personas de manera ofensiva y logre llevarnos al acercamiento de la sociedad y con ello disminuir la brecha que existe entre los mexicanos.