¿Vale la pena robar, en cualquiera de sus modalidades, para morir en el intento? ¿Qué estamos haciendo como sociedad y gobierno para caer en este fenómeno? Tratar de hablar del ducto de combustible en Tlahuelilpan, Hidalgo es dificil, esto va más allá, es un asunto moral y trágico. Me duele y lloro a los muertos y los heridos por estos hechos. Me duele y lloro al ver las imágenes de la falta de respeto al Ejército Mexicano, no podemos seguir así. Aquí no quiero culpar ni al nuevo gobierno, ni a las autoridades militares, civiles, administrativas, ni a la sociedad. Aquí me quiero culpar yo, la parte que me toca, tengo 45 años en los medios de comunicación transmitiendo por televisión, radio y prensa escrita lo que yo considero los principales valores de mi patria, y veo que no ha servido de nada…
Y ya lo decía el poeta zacatecano López Velarde en “La Suave Patria”: “El niño Dios te escrituró un establo y los veneros de petróleo el diablo”. Antes de saber de esta tragedia, tenía yo el esbozo de lo que sería mi entrega este martes, el tema: la Guardia Nacional y el nuevo Fiscal General de la República. Primera reflexión, los líderes de opinión hablan de una “militarización” del país; me parece que esto viene de organizaciones civiles que han tenido mucha relación con sus pares sudamericanas, las cuales, con toda la razón de sus propias historias sufrieron dictaduras militares, ya que sus ejércitos emanaron de sus élites y tomaron el poder político de estas naciones. La historia de mi amado ejército es otra, completamente diferente, son pueblo, son gente humilde y sencilla, que en muchos casos la necesidad es la que los lleva a enrolarse y después aman a su instituto armado, honor, lealtad, disciplina y valor para ponérsele encima al crimen organizado. Esto de Guardia Nacional o Gendarmería es una cuestión de semántica, ellos son los únicos, por el momento, con lo que contamos para defendernos, lo que me aterra es que nos tengan que defender de nosotros mismos, de la ratería, del secuestro, del pago por derecho de piso, de robo de gasolina e insumos alimentarios, de trata de personas, de tantos y tantos crímenes más. ¿Qué han cometido errores? –Sí – Pero para eso está el nuevo Fiscal, que sin politizar revise los casos y se haga justicia. _
