El jefe del ejecutivo presentó hace una semana a su equipo de colaboradores para los medios públicos.
Ellos son: Jenaro Villamil coordinador del Sistema de Radio y Televisión del Estado, Sanjuana Martínez en Notimex; en la dirección de Televisión Educativa Lidia Camacho, Gabriel Sosa Plata al frente de Radio Educación; José Antonio Álvarez Lima en Canal 11; Armando Casas, Canal 22; Aleida Calleja, directora del Instituto Mexicano de la Radio y a Fernando Coca en Canal 14.
En lo personal conozco a cuatro de ellos desde hace más de dos décadas, y puedo dar fe de las batallas y vivencias que han pasado para ver cristalizado hoy un sistema de radiodifusión pública más equitativa para todos.
Lidia Camacho, con Gabriel Sosa Plata, Jenaro Villamil, Aleida Calleja se involucraron en la difusión, revisión y reconocimiento de la radio mexicana en todo el mundo desde 1995, año en que nació la Bienal Internacional de la Radio, espacio de unión entre la creación pública y privada de radio, ejemplo bianual de los muchas propuestas creativas de la radio; dando vida a veintitrés años de compilaciones sonoras y arte sonoro que se han ido engrandeciendo con la fortificación de la Fonoteca Nacional, hoy ubicada en el centro histórico de Coyoacán, además de las muchas batallas que se concretaron en las emisoras de radio y televisión públicas y luego privadas en garantizar la equidad y respeto en la defensoría de las audiencias, así como de la formación y revisión de la actual legislación General de vías y medios de comunicación en México.
Jenaro Villamil hoy titular de la propuesta estatal para los medios públicos se estableció como uno de los bastiones de oposición periodística más férreos de los periodos presidenciales anteriores, y Sosa Plata además de su revisión periódica del comportamiento de los medios electrónicos fue base creativa de los ombudsman en la radiodifusión, siendo crucial la defensoría de las audiencias de IMER, Radio Educación y MVS, dada la situación de Aristegui y su retiro del aire hace un sexenio.
La propuesta mediática a la que le apuesta este gobierno se encaminará, a decir del propio Villamil al respeto de los derechos de las audiencias, a los derechos humanos, a la generación de programación inclusiva, respetuosa a la diversidad de pensamientos y a la autonomía de contenidos respecto al gobierno.