El pasado domingo en Glenndale, Arizona, vimos una de las volteretas más grandes en la historia del Super Bowl.
Las Águilas de Filadelfia se fueron confiadas al medio tiempo, su ventaja de 17 a 7 puntos parecía prácticamente finiquitar el tan ansiado trofeo Vince Lombardi, sobre todo porque en esa primera mitad los Jefes de Kansas City parecían prácticamente desaparecidos del terreno de juego. Sin embargo el medio tiempo fue un poco más largo de lo normal ya que la artista Rihanna tardó en salir al escenario, lo que permitió al entrenador de los jefes reacomodar la estrategia y salir airoso por segunda ocasión como ganador del máximo trofeo de la NFL.
Tras el término de la etapa de precampañas para la gubernatura del Estado de México, la percepción se antoja igual que lo sucedido, curiosamente, el mismo domingo 12 de febrero en el municipio de Texcoco.
El equipo de la priista Alejandra Del Moral sin duda anotó touchdown con el cierre de precampaña en la “tierra sagrada” del Grupo de Acción Política, a cinco kilómetros de distancia entre cada evento pero con la certeza de que los números le favorecen, a pesar de seguir abajo en la contienda.
En encuestas Delfina Gómez se mantiene, pero para la alianza “Va por el Estado de México” se acerca peligrosamente al marcador y, ¿por qué no? podría dar la vuelta. "Más sabe el diablo por viejo, que por diablo" reza un conocido refrán.
El orden, disciplina y mayor experiencia de los actores políticos está quedando patente ahora que viene el periodo de intercampañas. Basta un botón para entender la diferencia entre los viejos profesionales de la política y los eternos aspirantes.
En Texcoco, cuna del grupo político del mismo nombre, y que ansía el poder desde hace casi tres décadas, se vio a importantes dirigentes estatales de las distintas regiones de la entidad entre las filas de los que ya se asumen ganadores, pero el mensaje fue claro: si llega a ganar Delfina, solo el Grupo Texcoco será convidado de la administración, los demás solo podrán contar a sus nietos haber sido parte de la campaña.
Lo cierto es que lo que hace un año parecía una elección prácticamente definida, hoy es un partido de pronóstico reservado.
Fabián Rodríguez
