El triunfo de la maestra Delfina Gómez como virtual candidata a la gubernatura del Estado de México significó la división de los principales actores del Grupo de Acción Política que encabeza Higinio Martínez Miranda, quien tras haber perdido ahora se encuentra inmerso en un constante jaloneo por la dirigencia estatal de Morena. Encono que el presidente nacional del partido, Mario Delgado, tiene la obligación de resolver.
El reclamo que los diputados adherentes al GAP le plantearon al dirigente nacional para forzar la realización de una asamblea que significaría la elección del nuevo presidente del comité directivo estatal, es reflejo claro de que Higinio Martínez presiona de forma mediática para ser nombrado como tal; sin embargo, la perspectiva al interior del partido es diferente.
Delfina Gómez cuenta hoy con el apoyo de los demás grupos al interior del partido en el Estado de México excepto por el que la vio nacer políticamente: el GAP, que si bien cuenta con un gran número de votos para que llegue a la dirigencia Higinio Martínez, su mentor, no les son suficientes.
Él cuenta con aproximadamente 180 delegados, contra 220 que se logran con la sumatoria de las huestes de Daniel Serrano, Fernando Vilchis, Raciel Pérez Cruz, Emilio Ulloa e Isaac Montoya, entre otros, quienes pugnan por un candidato de unidad y han mostrado su total respaldo al proyecto de la maestra; sin embargo, la balanza aún puede tornarse para cualquier lado.
Al interior del partido todos asumen que, sea cual sea el resultado, será negativo para el partido pero principalmente para la campaña a gobernadora de Delfina Gómez pues, sin duda, hay diferencias irreconciliables entre las corrientes. Lo lógico sería que la propia candidata tenga la opción de poder dar el visto bueno en la designación del dirigente estatal, con la intención de no contaminar el proceso venidero hacia la contienda electoral, pero eso al parecer no va a pasar.
La urgencia de equipo del senador Martínez Miranda no es necesariamente por la coordinación y organización de la campaña a gobernador, sino porque el próximo dirigente estatal será el encargado de palomear las candidaturas a presidentes municipales y diputados locales en las próximas elecciones intermedias de 2025.
La solución estaría, me comentan, en la cancelación de asamblea programada para el próximo 4 de septiembre en el Hotel Radisson de Toluca, y en colocar un delegado o delegada especial con funciones de dirigente estatal designado por el comité nacional, tal y como se realizó hace unos meses con la también senadora Martha Guerrero. Pero hoy el GAP no lo quiere. Veremos.
Fabián Rodríguez
