Toda apertura de cuenta bancaria por parte de una persona de base en esta Nación es un contrato bilateral, cuyos términos establecidos obligan por igual a ambas partes contratantes, y a cada una de ellas.
Eso implica que no es válido cambiar unilateralmente las medidas de operación sin acuerdo expreso de las dos partes. Por ejemplo: en los modos de información periódica escrita sobre el estado de cuenta originalmente acordados.
Decía recientemente un (una) perteneciente a la vieja generación del siglo XX (que no acaba de pasar) que “los Protocolos de los Sabios de Sión se han quedado cortos”.
En aquellas lejanas adolescencias los inquietos leíamos un libelo anónimo que circulaba de manera casi subversiva y clandestina (lo que provocaba más nuestro interés) cuyo tema central era cómo un grupo reducido de grandes magnates financieros controlaban de modos ocultos la vida de las grandes mayorías del mundo, a través del manejo legal internacional de las finanzas.
El libelo en cuestión tenía claras referencias étnicas amenazadoras con visos abiertamente fascistas o nazis. Ahora bien, el tema central, o sea: el control mundial de las finanzas, incluso las públicas de la mayoría de las naciones por un grupo reducido de magnates, era y sigue siendo un tema que merece reflexión, por decirlo de algún modo; y de manera más suspicaz: el dominio oculto del globo a través de las finanzas.
Hoy por hoy, y de manera significada: con ocasión de los desajustes y reajustes en medio y para superar los efectos de la pandemia en las cuentas nacionales, han reaparecido en los medios noticiosos las preocupaciones acerca de las deudas públicas de la gran mayoría de los casi 200 estados nacionales del globo; deudas que en ocasiones rebasan no sólo el presupuesto nacional, sino incluso el total del Producto Interno Bruto, como es el caso de Japón.
Por eso resulta alentador saber de la cordial entrevista reciente, del Presidente de la República con Ana Botín, Presidenta Global del Banco Santander, que tiene una importante presencia en nuestra economía nacional.
Ocasión casi coincidente con la expresión utilizada por el presidente demócrata Joe Biden con motivo del informe rendido de sus primeros 100 días de gobierno: “Wall Street no construyó los Estados Unidos; lo hizo la clase media”; expresión ésta que en ese país se refiere a todo aquel que se gana la vida con el fruto de su esfuerzo personal; “y los sindicatos construyeron la clase media” dijo Biden.
En entrevista informó Ana Botín que su banco “Santander confía en México, en el potencial del país, en los mexicanos”.
Esa es la razón de fondo por la que Santander México ha tomado la decisión de recomprar acciones por 500 millones de dólares. Resaltando la resistencia mostrada por la economía nacional en medio de la pandemia y el manejo prudente de la deuda nacional.
Los intereses particulares de una empresa privada, productiva o financiera, son ampliamente compatibles con “las modalidades que dicte el interés público”: propósito básico de nuestro Pacto Nacional.
Esteban Garaiz