Lamento abrir diciendo que perdimos al Comité de Participación Social (CPS) junto al Sistema Estatal Anticorrupción (SEA) fueron capturados por Alfaro. Que ni la metodología de selección externa al Congreso del Estado (hoy extensión de Casa Jalisco) sirvió de defensa para que la Comisión de Selección del CPS fuera la última trinchera de confianza ciudadana, ya que fue presionada en su dictamen.
A todo esto, ¿Qué gana el gobernador al cooptarlo?, ¿Por qué la urgencia de tener la mayoría que permite la simulación? Un tema tan técnico puede pasar de noche si no nos dicen dónde está su importancia, por eso iniciemos por la función del CPS que es ser el vínculo y representación de las Organizaciones Civiles, la sociedad y Academia en las tareas propias del SEA, es decir la lucha anticorrupción que es lo que más daño ocasiona a las instituciones.
Preocupa ver como los avances logrados por las organizaciones de la sociedad civil que por la presión que ejercieron lograron en 2017 creara el Sistema Estatal Anticorrupción en Jalisco y el CPS debería estar integrado por 5 personas con prestigio que no entraran al juego de la autocomplacencia con el gobierno en turno, sino que lo revise en sus posibles actos de corrupción.
Los integrantes del CPS los elegiría una Comisión de Selección que en teoría buscarán los mejores perfiles, pero vimos cómo el gobierno presionó a dicha comisión para seguir cuidando los intereses de los funcionarios y no de la ciudadanía.
Finalmente fuimos testigos de otro capítulo de selección al estilo gobierno del estado, donde busca acallar las voces críticas y la persona electa no fue la mejor evaluada y nos recuerda la seguidilla de nombramiento con el sello de la casa cuates y cuotas, por ejemplo, el ITEI o CEDHJ, donde no importan los mejores perfiles técnicos o activistas, sino que cuiden al gobernador y amigos.
No importan las veces que tengamos que salir a decirlo, atentar contra el CPS implica tener un gobierno sin vigilancia ciudadana y sin contrapesos, es dejar a nuestra vigilancia ciudadana capturada por quien debía de ser vigilado.
Difícilmente alguien quisiera que las cosas empeoren, ni los partidos de oposición, ni la prensa, ni los líderes de opinión, ni los jaliscienses deseamos esto que vivimos, esto que todos los días nos sigue rasgando y lastimando.
Es triste ver que el gobierno estatal se preocupa más por el halago, que por cumplir sus tareas. La ciudadanía debe contar con ojos que les cuiden las manos a los funcionarios. Existe una frase que sirve para expresarlo mejor: “cuando las personas fallan, hay que fortalecer las instituciones” y esa es nuestra lucha desde Hagamos.
Ernesto Gutiérrez