¿Qué puede ser más escandaloso, que iniciar una obra pública engañando a la población? ¿cómo es posible que se apoye la construcción de una línea de tren para transporte masivo sin tener los estudios que sustenten dicha obra? Parece el ejemplo más obvio de lo que no se debe hacer, pero lo estamos viendo y espero, no lo tengamos que sufrir.
Nuestra ciudad creció rápido y mal, sin tiempo para que la voluntad política se detuviera en revisar los estudios ambientales, económicos, de viabilidad y diseño, que asegurarían una mejor ciudad para todas las personas, con una calidad de vida adecuada, bajo los principios de que todos tenemos el mismo derecho a vivir bien. Nada debe ser más importante que planear la forma y condiciones en que habremos de vivir, y es una irresponsabilidad no propiciar las condiciones para lograrlo. Construir una mejor ciudad va más allá de la infraestructura y equipamiento, es también garantizar los cimientos que fortalecen nuestras raíces e identidad, es darnos la oportunidad de lograr ser quienes queremos ser. En cambio, vemos las temporadas de inundaciones, sequías, incendios y demás desastres por la mala planeación. Por eso es que no vivimos como deberíamos.
Lo hemos dicho desde un principio y con todas sus letras: en Hagamos estamos a favor de las obras que hacen una ciudad y estado más igualitarios, donde el espacio público sea democrático, que busque el beneficio de las mayorías cuidando el medioambiente y las arcas del gobierno.
Extraña la necedad de un gobierno que busca ir solo, queriendo sacarobras improvisadas, logrando más descontento que beneficio de las y los usuarios. Lo que habíamos dicho con Mi Macro Periférico y ahora lo decimos con la línea 4, no existe un proyecto ejecutivo que sustente la viabilidad de esta obra tal y cómo la quieren llevar a cabo.
Es muy lamentable ver la improvisación en un proyecto que es socialmente aceptado, que debería de cambiarle la vida a miles de jaliscienses, para bien. El inicio de obras talando árboles sin más criterio, es sólo la punta del iceberg de estas improvisaciones, insisto, seguimos sin tener acceso a las evaluaciones de impacto o costo-beneficio que justificarían esta obra y que aclararían muchas dudas.
Por si fuera poco, nuestro Grupo Parlamentario siendo coherente como oposición critica, presentó un estudio financiero sobre el uso de deuda o modelo APP donde los resultados son muy claros, con deuda se pagarían 14,000 millones de pesos y con el modelo APP 25,000 millones de pesos, el remedio salió más caro que la enfermedad.
El gobierno del estado se ha encargado de crear una realidad alterna, donde solo nos presenta las grandes propuestas sin dar paso a la discusión, sin presentar toda la información, a la que tenemos derecho, con comparecencias a modo, donde usan la mayoría para callar las voces críticas del Congreso. Estamos viendo la imposición de un proyecto a modo, y podría cambiarles la vida a miles de jaliscienses, pero para mal.
Parece que el gobierno del estado tiene mucho que demostrar y justificarle a la ciudadanía, pero al hacerlo quedarían exhibidos los que parecen ser los negocios que beneficiarían a algunas pocas personas antes que a Jalisco y su gente.
Queremos un estado con más y mejores servicios, donde la desigualdad vaya decreciendo y las posibilidades de desarrollo sean una realidad para todas las personas. Pero los proyectos sin debate, envueltos en opacidad, solo parecen la repetición de una visión de gobierno que se quedará corta en los beneficios a la población, por eso exigimos una línea 4 para Tlajomulco, hagamos el tren sin deuda.
Ernesto Gutiérrez