Política

Santuario

“Cuando una justicia es realmente justa, esa justicia hace feliz a los pueblos y dignos a sus habitantes. Ninguna sentencia puede ser justa, ni ninguna ley legítima si lo que producen es más desigualdad, si lo que producen es más perdida de derechos, indignidad o violencia.”

Papa Francisco

Durante la época medieval la Petición de Santuario en una iglesia era una solicitud sagrada respetada aún por los más soberbios y despiadados reyes.

Pedir Santuario en una iglesia durante los tiempos Medievales se hacía por fugitivos que buscaban protección de la pena de muerte

Los fugitivos podían buscar Santuario al huir a una iglesia y pedir “¡santuario!”, al solicitarlo, el individuo estaba bajo la protección de la Santa Iglesia Católica. Ya que el individuo estaba bajo la protección de esta Institución religiosa, estarían protegidos de la pena de muerte mientras permanecieran en las inmediaciones del templo.

Hace unos días, Joaquín Mora y Javier Campos, 2 sacerdotes jesuitas fueron asesinados al intentar dar refugio (santuario) a Pedro Palma, guía de turistas que buscaba protección en una iglesia al ser perseguido por un hombre armado.

Es de llamar la atención que aún en la época Medieval, donde las torturas impuestas de un ser humano a otro eran tan brutales que hoy hay museos, fue una época donde era más factible acogerse al respeto, misericordia y temor de Dios que en la actualidad en nuestro país.

Mas allá de la condena judicial y acciones del gobierno hacia la delincuencia, cuesta mucho trabajo digerir que la sociedad, sabiendo quienes son estos delincuentes, les permitan siquiera comprar un refresco en una miscelánea.

No es posible que este asesino, conocido como el Chueco y habiendo perdonado la vida de Jesús Reyes, otro sacerdote que se encontraba presente dedicara una hora a buscar perdón de Dios e incluso confesándose, ahí, junto a los cuerpos quienes acababa de matar, y al retirarse, se llevó consigo los cadáveres a pesar de que le imploraron que no lo hiciera.

Me pregunto, ¿qué hubiera sido si quien pidiera Santuario, hubiera sido El Chueco?, estoy seguro, que se lo hubieran dado, sin embargo, hoy, esos 2 sacerdotes Joaquín Mora y Javier Campos están muertos.

Dos mártires de la iglesia en la comunidad rarámuri de Cerocahui, victimados por evangelizar con la palabra y con el ejemplo de lo que predicaban.

Si el discurso de nuestro gobierno no deja de ser inmediatista y meramente enfocado a cuestiones electoreras, quizá no se esté condenando únicamente el presente de nuestro país, sino el alma misma de la sociedad.

Perder todo tipo de respeto a las instituciones, al gobierno, a todo, perder la compasión, la misericordia en resumen dejar de ser humanos para convertirse en una especie salvaje auspiciada por la anarquía y la indolencia del gobierno y de la sociedad.

Como dijo el Papa Francisco, no hay legitimidad en la ley ni de los responsables de impartir justicia, mientras reine la violencia y la indignación de la sociedad.

Cerocahui, Chihuahua, México, y el mundo entero hemos sido testigos del resultado de la deshumanización de la sociedad ante la certeza que tienen los delincuentes de México de que no habrá castigo ni consecuencias.

La puerta que hoy abrió el Chueco, al no respetar el Santuario y evidenciar la crisis que vive México por “tantos asesinatos”, inseguridad y falta de justicia, tendrá consecuencias que habrán de cimbrar el centro neurálgico de nuestro país y el planeta entero estará observando.

Enrique Espinosa Olivar


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