En la información producida a raíz de su lamentable fallecimiento, se omitió su importante contribución al establecimiento del Museo de la Ciudad de León, y su dedicación durante más de 29 años en la atención de los asuntos de la institución, primero como presidente de su Comité Técnico y posteriormente como consejero del mismo.
Su labor a favor de la creación del Museo de la Ciudad de León se realizó en el año de 1977, siendo Presidente de la Junta de Administración Civil en León, al hacer posible que el municipio adquiriera parte de la obra del pintor leonés Juan Nepomuceno Herrera, notable artista del siglo XIX, y que actualmente forma parte del acervo iconográfico en custodia institucional.
Asimismo, junto con la colaboración del licenciado Antonio Torres Gómez, el municipio adquirió el inmueble que actualmente ocupa el Museo de la Ciudad de León, elegido acertadamente a un costado del Teatro Manuel Doblado, con la finalidad de incorporarse al conjunto cultural. Ya en años recientes, también contribuyó económicamente para favorecer la realización de los trabajos de remodelación de la otra sede de la institución ubicada en Pedro Moreno 227.
Durante su presidencia en el Comité Técnico del Museo de la Ciudad, debido a su formalidad y compromiso, diversos artistas guanajuatenses donaron su creación plástica para enriquecer uno de los escasos y valiosos acervos de obra artística que tiene la entidad.
Al licenciado Roberto Plasencia se le pueden adjudicar múltiples adjetivos calificativos, pero creo que un vale por todos: que fue un hombre de bien, de los raros que escasean hoy en día. Un hombre sincero y sin dobleces, con una sencillez encomiable. Su ausencia dejará un vacío realmente difícil de llenar.