La capacidad para atender la demanda de seguridad policiaca hacia la población por parte de las instancias municipales, desde hace algunos, años, ha sido rebasada ante el incremento de los hechos delictivos. Aunado a esto, sigue sin existir un programa de trabajo de seguridad que integre a la sociedad, mediante su participación en esta labor.
Ante la respuesta limitada por parte de la autoridad, los habitantes de algunas colonias de esta ciudad se han organizado para proteger bienes y personas, sin embargo, ésta medida dista mucho de ser efectiva para su salvaguarda.
Existen medidas básicas que pueden servir para atender el problema de la inseguridad. En primer término, el establecimiento de una comunicación permanente entre autoridades y ciudadanos con la finalidad de atender la seguridad domiciliaria y personal. ¿Realmente la población tiene o sabe cómo lograr que el resguardo de sus bienes domiciliarios sea eficiente? ¿El ciudadano sabe o lleva a cabo medidas para cuidarse a sí mismo? Para empezar, este tipo de orientaciones que debe brindar por ley la autoridad, son inexistentes en todos los medios posibles de ser utilizados.
La autoridad no realiza tareas efectivas de prevención mediante el rastreo constante de personas y vehículos en tránsito por la ciudad. Si bien en las zonas comerciales se encuentran establecidos los llamados “rondines” policiacos, para los integrantes de la autoridad, su inspección, sólo se centra en que los propietarios de los comercios si más, les firmen y les sellen un papel. En este caso no hay revisión ni recomendaciones para la protección de los bienes.
La única medida que ha implementado la autoridad para evitar el robo de dinero en efectivo a los cuentahabientes bancarios, que se ha tornado últimamente en espectacular, es mediante el ofrecimiento de la protección policial a la persona y los bienes que porta, pero no hay algún acuerdo con la institución bancaria, para que ésta aplique tareas preventivas, entre otras, el indagar y registrar con nombre y domicilio a la persona que ingresa y permanezca dentro de la institución para realizar un determinado tipo de servicio, con la finalidad de detectar la complicidad de aquellas personas que se dedican a delinquir. Otra de ellas, puede consistir en limitar a cierta cantidad, el flujo de efectivo que entrega la institución a los solicitan este servicio, con el propósito de desalentar a los posibles delincuentes.
David Sánchez Guevara, ex alcalde de Naucalpan, Estado de México, y ya diputado federal electo, fue detenido y está preso, por la “presunta” desaparición de 60 millones de pesos, pertenecientes a los recursos del organismo de agua y alcantarillado de aquella ciudad.
Ahora con qué cara
Sánchez Guevara
Enfrentará las acusaciones
Pues en esto de las “presunciones”
Al Diablo con otra maña
Dado que los 60 millones
Se gastaron en su campaña.