Cuauhtémoc Cárdenas afirma acertadamente que ninguno de los aspirantes presidenciales, entre sus propuestas, ha presentado un programa de gobierno que signifique un cambio de rumbo en la política económica y social del país. A esto añadiría que para combatir el solipismo mesiánico que sustentan, es indispensable la presentación de un equipo de gobierno integrado por un conjunto de personas notables que puedan llevar a efecto un programa gubernamental significativo por sus resultados en la realización de un cambio auténtico de la situación nacional.
Sobre la propuesta de un programa de gobierno, no es necesario ser un adivino ni un serio analista de la situación porque ésta ya se encuentra en el ámbito del sentir y pensar de los mexicanos: el combate a la inseguridad y a la corrupción de manera integral. El establecimiento de accionesen la realización de un auténtico Estado de justicia y derecho. El combate a la desigualdad económico-social y a la pobreza que alcanza a un aproximado 40 por ciento de la población.
Las propuestas de un cambio en la manera de gobernar a México, por parte de los candidatos independientes y desde hace mucho tiempo, las emitidaspor eladelantado candidato Andrés Manuel López Obrador, que nos recuerda al otro eterno candidato a la presidencia de la República en tiempos del porfirismo, Nicolás Zúñiga y Miranda, han llegado al absurdo al promover, con el ingrediente derasgarse las vestiduras, que sólo ellos son capaces de realizar el citado cambio. Esta actitud mesiánica deteriora la credibilidad de su proceder desde el proselitismo político de sus aspiraciones. Y también el candidatismo independiente adolece de graves fallas porque en el ejercicio gubernamental no es posible el poderde una sola persona para provocar el llamado cambio, cuando es evidente que todos los candidatos que han surgido en la palestra política actual, carecen de un ascendiente real en la población. Al parecerdichos candidatos sí llevan a efecto, literalmente, la definición de “candidato” que proviene de la palabras “cándido” e “inocente”.