Nacido en una época donde la radio era el epicentro de la información y el entretenimiento, el arquitecto Jesús Héctor Benavides Fernández supo adaptarse a los cambios del tiempo, manteniendo siempre la esencia con un medio que se caracteriza por su cercanía y calidez humana. Su voz se convirtió en compañía de información constante para sus oyentes, quienes encontraban en él no solo a un comunicador, sino a un consejero, y en muchos casos, un miembro más de casa, el que a través de la radio o la televisión cada día le hacía compañía a la familia regiomontana.
Héctor Benavides, el Arqui, era un maestro en el arte de contar historias, de hacer la pregunta incómoda, pero correcta. Sabía cómo captar la atención de su audiencia, conciliar un viaje de emociones, conocimientos. Su habilidad para conectar con la gente a través de las ondas radiales era innata, y su pasión por su trabajo se hacía evidente en cada programa que transmitía.
Desde que comenzó a ejercer esta profesión, demostró una dedicación incansable por buscar siempre la verdad y garantizar la justicia social, con aquellos que menos tienen. La forma en que narró historias es increíblemente inspiradora para los periodistas jóvenes. Su capacidad para indagar a través de una entrevista y luego comunicarlo todo con tanta claridad ha dejado huella en muchos de nosotros. Demostró su enseñanza a través del ejemplo, evidenciando constantemente un profundo respeto por la ética en el periodismo y una compasión sincera hacia aquellos individuos cuyos relatos compartía.
Sus contribuciones al periodismo no se limitan a sus libros, entrevistas y horas y horas al frente de un micrófono. Querido arquitecto, compartía sabiduría e inspiró la confianza a sus colaboradores durante momentos desafiantes. Tuvo un gran impacto como mentor y guía para incontables periodistas. Enseñando a otros, la capacidad de difundir y mantener viva la pasión por informar.
Ahora más que nunca recordamos y valoramos tanto su labor como periodista, como la persona especial que fue. Su ausencia nos hará extrañar no solo su calidez, sentido del humor y generosidad, sino también ese toque distintivo de una pregunta incisiva en cada entrevista, una voz firme al expresarse. Su legado se compone de amistad duradera, amor hacia los suyos y lealtad indomable hacia aquello en lo que creía.
Pero más allá de su trabajo en la radio, el Arqui era un ser humano excepcional. Su generosidad, su sentido del humor y su inquebrantable ética de trabajo lo convirtieron en un modelo a seguir no solo para sus colegas en el medio, sino para toda una comunidad que vio en él un ejemplo de dedicación y amor por lo que se hace.
En la radio queremos agradecerle por tanto, desde las ondas hertzianas de la XEAW 1280, la que siempre fue su casa. Queremos expresar nuestra gratitud por todas las enseñanzas que nos compartió, en cabina o fuera de ella, en los pasillos o foros.
Que descanse en paz, Jesús Héctor Benavides Fernández. Su recuerdo vivirá en el corazón de la radio y en el de todos aquellos a quienes tuvo el privilegio de inspirar con su voz. Su legado perdurará en la mente y los corazones de quienes tuvieron el honor de conocerle e instruirse junto a usted. Vuele alto.
EN ALCANCE
La situación en Nuevo León, donde la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha tenido que intervenir para suspender los nombramientos de un gobernador interino y un encargado de despacho, refleja la preocupante falta de madurez política y un evidente déficit en el proceso de toma de decisiones.
El conflicto surge de la licencia solicitada por el gobernador Samuel García y las subsiguientes y controvertidas designaciones.
Por un lado, el Poder Ejecutivo del Estado impugnó la designación del presidente del Tribunal Superior de Justicia como gobernador interino, mientras que el Congreso local objetó el nombramiento del secretario General de Gobierno como encargado del despacho. Estas disputas no solo ponen en evidencia la falta de consenso y coordinación entre los Poderes del estado, sino también un preocupante desdén hacia los procedimientos democráticos y la legalidad.
