Una vez más, la percepción de que Nuevo León se halla inmerso en la pesadilla de la inseguridad resulta evidente ante la jornada violenta en esta última semana de septiembre.
Nos enfrentamos a una imagen aterradora: cadáveres abandonados en las calles, algunos de ellos hallados dentro de hieleras y bolsas de plástico, en al menos cinco municipios de la Zona Metropolitana de Monterrey. Este escenario refleja la ineficacia de nuestras instituciones para proteger a la ciudadanía.
Ayer 26 de septiembre fue uno de los días más violentos del año, con un total de 12 homicidios, solo superado por los 16 homicidios del 29 de mayo, y empatado con los 12 del 15 de abril. No habíamos presenciado actos de amedrentamiento desde el 2012.
Lejos de ser hechos aislados, los eventos de ayer evidenciaron qué aisladas están las autoridades. Si bien es cierto que ha bajado el número de crímenes, actos de terror como vividos hace 24 horas, esos que impactan más que una cifra amable sobre la inseguridad, no es un dato aislado, pues en las últimas semanas se han incrementado los hechos, los mensajes y contestaciones de los delincuentes.
Las autoridades estatales, incluyendo la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León y la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, intentan atribuir estos horrores a una “purga” interna dentro de un grupo delictivo con sede en Tamaulipas.
No basta construir cuarteles, comprar helicópteros y armamentos, urge el equipamiento, pero urge más la coordinación, un trabajo contundente porque los grupos criminales dejaron un mensaje claro: generar terror en el ciudadano común.
Las distintas fuerzas de seguridad municipal respondieron, como es habitual, ante los informes de hallazgos de restos humanos en San Nicolás, Apodaca, Juárez, García y Santa Catarina. Sin embargo, la pregunta que debemos hacernos es cuántas veces más debemos soportar estos horrores antes de que las autoridades actúen con una coordinación efectiva.
En San Nicolás se encontraron restos mutilados y envueltos en bolsas de plástico negro en la colonia Anáhuac, una zona de alta plusvalía. En otra ubicación, una bolsa posiblemente contenía un cuerpo humano y fue arrojada en plena zona industrial, en la avenida Múnich. Se presume que en ambos casos los restos humanos fueron lanzados desde vehículos en movimiento. La falta de una respuesta inmediata y coordinada representa un desafío a la seguridad pública.
En Apodaca, a lo largo de la autopista al Aeropuerto, se descubrieron al menos cinco cuerpos abandonados junto a un mensaje del crimen organizado. Esta escena causó caos en el tráfico, afectando a quienes transitaban por el Aeropuerto Internacional de Monterrey. La interrogante que surge es: ¿Cuánto más debemos soportar antes de que las autoridades coordinen sus esfuerzos y pongan fin a este ciclo de violencia?
Si en el municipio modelo de seguridad (San Pedro Garza García) este mes patrio los delincuentes han rebasado y desafiado a la autoridad sin que por el momento les capturen, tan solo la semana pasada se dieron el lujo de colgar nuevamente narcomantas, imagínese usted qué depara al resto de la metrópoli.
Los habitantes de Nuevo León están justificadamente preocupados y enojados por la manera en que las autoridades están gestionando las denuncias ciudadanas. Desde enero, la cantidad de actos violentos ha experimentado un drástico aumento, mientras que numerosas organizaciones han denunciado públicamente esta crisis. La carencia de habilidades y de protocolos de investigación adecuados es inaceptable.
El gobernador Samuel García ha instado a la calma, pero la población exige respuestas concretas y soluciones reales. La violencia no puede seguir siendo un patrón recurrente cada vez que se acercan las elecciones. Las autoridades federales y estatales deben trabajar conjuntamente para restaurar la seguridad que los ciudadanos merecen.
La inacción y la falta de coordinación resultan inaceptables en esta emergencia que amenaza la cotidianidad. Qué bueno que patrullan las brechas y las carreteras, mi pregunta sigue siendo la misma: ¿Dónde está la coordinación entre las autoridades?