El fin de semana, Trump repitió que Sheinbaum es una linda persona, pero declaró que ella no aceptó el envío de militares estadunidenses a territorio mexicano porque le tiene tanto miedo a los cárteles que ni siquiera puede pensar bien. La Presidenta respondió que no busca desencuentros.
En el momento de mayor penetración del narco en la clase política-empresarial-militar llegó, para bien o para mal, la variable Trump. Por lo pronto, dio pauta a acciones gubernamentales como la entrega de 29 capos.
Pasaron los sexenios del PAN-PRI y Morena y el crimen organizado se fortaleció. No solo permaneció, sino creció. Esa es la realidad.
Y gobierno tras gobierno la propaganda sigue siendo herramienta de engaño y justificación.
Ahí están las fotografías de los grandes decomisos. Ahí están los “refuerzos” y “n” mil operativos con más y más elementos de las fuerzas armadas. Ahí están las declaraciones oficiales sobre Ayotzinapa, San Fernando, Acteal, Rancho Izaguirre…
El meollo del asunto no es lo que decomisan, sino lo que dejan de decomisar. El tema no es a quién atrapan, sino a quiénes dejan de atrapar.
Cuando, en la gestión de Calderón, el cártel de Sinaloa se dividió y comenzó la guerra entre el grupo de los Beltrán Leyva y el de los Chapo-Mayo, los Beltrán Leyva le preguntaron al entonces secretario de Seguridad Genaro García Luna a quién apoyaría, con quiénes se quedaría.
Sabemos lo que pasó después. Comenzaron las detenciones de los Beltrán y compañía. Y el 16 de diciembre de 2009, la Marina mató a Arturo Beltrán Leyva. El cuerpo del narcotraficante quedó tendido en la lujosa zona residencial de Cuernavaca y fue exhibido ensangrentado y con billetes encima.
En la administración anterior, López Obrador se llenó la boca en contra de García Luna, pero no lo tocó. Fueron los estadunidenses quienes lo capturaron, enjuiciaron y sentenciaron. No es un caso aislado.
Con el regreso de Donald a la Casa Blanca, ¿Sheinbaum combatirá al sistema criminal que incluye funcionarios, civiles y militares?
¿Les teme? ¿O es invento de Trump? Porque la situación en México sí está de miedo.
Aquí entre nos
El lunes fue otro día de enfrentamientos. “Está acostado… acuéstense, acuéstense… acuesta al niño… está tirado…”, se escucha gritar a la gente en un restaurante de Guamúchil, Sinaloa, en medio del sonido de las ráfagas.
