Coincido con pensadores como Anne Applebaum que consideran que las sociedades más exitosas, luego de la caída del Muro de Berlín, han sido las que han experimentado el desarrollo previo de una “élite alternativa”. Un conjunto de individuos que a través del activo debate político, económico, social han conformado un nuevo consenso comunitario respecto al cómo modernizar la economía, preservar los recursos naturales, ampliar los derechos civiles y la participación del ciudadano en el accionar público. En sociedades donde la discusión, la participación política de los diversos actores que las integran ha sido intensa, amplia, las transiciones políticas hacia la modernidad han sido tersas y el desarrollo vigoroso. Al contrario, donde no se ha dado ese ejercicio reinan choques políticos y anquilosadas estructuras de gobierno que impiden, obstaculizan el desarrollo. ¿Cómo en La Laguna?
En nuestra región la sociedad civil ha crecido y sofisticado sus formas de participación, lo cual hace parecer que existe un símil con las regiones exitosas. Pero, por otro lado, hechos como la disfuncionalidad económica y política que padecemos indican una similitud con las regiones menos exitosas.
La reflexión anterior me permite considerar que La Laguna enfrenta una disyuntiva fundamental que acabará definiendo su devenir en los próximos años. Una posibilidad es que la Región de los Grandes Esfuerzos logre una “élite alternativa” que poseedora de un vanguardista, moderno, concepto de acción política promueva, incentive, el progreso y la riqueza social. Una nueva élite de gobernantes y de líderes intelectuales, empresariales, universitarios, comunitarios, que en estrecha concertación, sin complejos, sin subordinaciones, sin simulaciones, saque a La Laguna de la mediocridad económica en la que se ha hundido.
Los últimos tiempos políticos de la comarca se han caracterizado por la ausencia de un plan de desarrollo y de un proyecto político. El resultado se puede observar en estancamiento y en un alto nivel de conflicto, desconfianza y rencor político.
Sí, el desafío que sociedad y gobierno tienen es el construir, juntos, un nuevo proyecto político y un moderno plan económico compatibles con los retos que enfrenta La Laguna en el Tercer Milenio.
Se busca una “élite alternativa”
- Bizhunter
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Eduardo Holguín
Ciudad de México /