La elección para gobernador del 5 de junio en la entidad es un reto para la democracia y no por la organización, el PREP o los resultados finales, sino por la civilidad y el respeto que deberá imperar entre actores políticos, situación que no luce del todo bien.
No han iniciado las campañas, que arrancan el 3 de abril, y ya se están dando con todo en redes sociales, principalmente entre el PRI y Morena.
Y es que hay que reconocer que la contienda se ha cerrado a solo esas dos opciones, sin demeritar la participación de un tercero o de las propuestas alternas, pero la realidad es que de solo dos opciones saldrá el siguiente gobernador o gobernadora.
Por ello también se ha comenzado una estrategia mediática desde ambos bandos para poder posicionarse lo antes posible, para poder demostrar que la otra propuesta no es la buena y para ello se usan las denostaciones, los ataques, las redes sociales y las “fake news”.
Ayer la dirigencia de Morena en la entidad denunció la existencia de imágenes en las que se difundió un mensaje falso en donde se dirigían en contra de las mujeres; algo que echó en cara al PRI e incluso a los medios de comunicación (como siempre suelen hacer los políticos).
El PRI, por su parte, mantiene en efecto una estrategia de subir el tono en contra del gobierno federal, de la 4T y de Morena, aderezado ahora con la violencia política de género ya que postularán a una candidata.
Faltan dos días para el inicio del plazo de registros ante el Instituto Estatal Electoral, y no estaría mal que los consejeros y representantes de partidos puedan sesionar y debatir sobre la guerra sucia y las presuntas denuncias para prevenir que lo que no ha empezado se convierta en un verdadero lodazal como suelen ser las elecciones a gobernador en el estado.
Eduardo González
twitter: @laloflu