Los dichos revelados en audios filtrados en que el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, hizo expresiones presuntamente contra los periodistas, son un tema no solo lamentable sino grave, que evidencia lo que piensa la clase en el poder de los medios de comunicación. Sobra decir que en lo que va de 2022 han sido asesinados 11 periodistas, de acuerdo con cifras oficiales, sin embargo, en reportes de organismos de derechos humanos, los casos se elevan en doble o triple porcentaje, sin contar las agresiones físicas o amenazas contra comunicadores que se presentan a diario en todo el país.
Pese a que el audio fue revelado por la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, enemiga política número 1 de Alejandro Moreno, y que se puede pensar que es por ello que se dan a conocer las filtraciones, la realidad es que se debe tocar el tema con urgencia, pues no debe normalizarse el audio y decir que se trata de un ataque político. En pleno proceso de cambios en el país, donde se habla de transformaciones y combate a las viejas prácticas, prevalece más que nunca el atentado contra la libertad de expresión, siempre, aderezado con la intimidación de personajes políticos. Lo vemos a diario ya sin tapujos en todo el territorio nacional; desde la mañana con conferencias de prensa, hasta la noche con notas de crímenes y matanzas. En México no necesitan matar periodistas de hambre o a balazos, la propia cultura creada en torno a la violencia y la impunidad, hacen que todos vivamos en riesgo permanente.
A nadie le conviene vivir en medio de la polémica entre políticos y periodistas, ya que uno se compone del otro para informar, cuestionar y resolver las dudas de la ciudadanía, las acciones sociales, la administración de los recursos. Ayer recibí un mensaje en el que se nos agradecía como medio interceder mediante una nota periodística en un tema sensible, de un accidente. Me quedé pensando en la respuesta que dar, y solamente escribí: “para eso estamos los periodistas”.
Eduardo González
Twitter: @laloflu
