Morena y sus aliados han comenzado la operación cicatriz antes de que pase más tiempo y el coraje termine por hacer que los opositores al precandidato seleccionado hagan de las suyas conspirando o trabajando en contra. El primero en entender que no hay otro camino más que la reconciliación, o en este caso la resignación fue el propio presidente del Consejo Estatal de Morena, Andrés Caballero, quien será uno de los coordinadores de la precampaña del senador Julio Menchaca en los municipios.
Valiente el llamado, pues pidió dejar de lado las rencillas del proceso interno a los participantes y sus portavoces, luego de conocerse que el delegado federal Abraham Mendoza no solo se replegó y encerró en sus oficinas del Bienestar, sino que ordenó quitar todos los apoyos que previamente se habían enviado a los enlaces partidistas.
Caballero Zerón será pues, quien encabece la cruzada morenista para la reconciliación, siendo este el primer paso dentro de los trabajos para impulsar la figura del senador que será registrado como candidato de forma oficial en marzo, ante el Instituto Estatal Electoral. Del otro lado, en la alianza PAN, PRI y PRD, no parece todavía haber luz al final del túnel para poder comenzar con una operación cicatriz, ya que los ánimos siguen encendidos en municipios y oficinas del gobierno estatal.
El tiempo transcurre y pronto llegaremos a la mitad de enero, momento en el que para la elección se revisarán perfiles de aspirantes independientes, se dará paso a las intercampañas de los partidos y se definirá el avance de los procesos internos.
Febrero será un mes decisivo para las coaliciones y en marzo ya se deberán tener los archivos listos para comenzar con las campañas políticas rumbo a la elección de gobernador en Hidalgo. ¿Les alcanzará el tiempo a los partidos para resanar todos los desperfectos que han dejado las contiendas al interior?
@laloflu
