Los candidatos a diputados federales de Morena se quedaron oficialmente sin el apoyo y respaldo político y financiero de su dirigencia nacional y estatal, pues la campaña se orientó a impulsar a los perfiles para el Congreso local.
De los 7 distritos federales, Morena encabeza cinco de ellos, y en ningún caso se les ha convocado más que para el anuncio de la candidatura. Hoy, todos realizan campaña por separado, con su propia estrategia y sin la presencia de sus figuras nacionales. Resaltan dichos casos porque de los cinco en cuatro se busca la reelección, Simey Olvera en Actopan, Fortunato Rivera en Huejutla, Lidia García en Pachuca e Isabel Alfaro en Tulancingo. Mientras en San Lázaro el entonces coordinador Mario Delgado les urgió a defender a la 4T mediante el voto de las iniciativas y aprobación de reformas, también se les incitó a buscar de nuevo el apoyo ciudadano con la promesa de que habría sustento político, principalmente, para poder enfrentar dicha cruzada. Hoy las campañas de Lidia García e Isabel Alfaro lucen desoladas, con el único complemento de que son del Grupo Universidad y de ahí se sostienen para tener cierto apoyo y recaudación, pero nada más.
Fortunato Rivera Castillo tampoco luce como un diputado que busca la reelección con intención de ganarla; en las comunidades, los demás contrincantes le están comiendo el mandado.
Y Simey Olvera en Actopan, es quizá la de mejor calibre y la más apoyada por la gente, pero tampoco ha recibido el apoyo de su dirigencia nacional, y mucho menos de los representantes morenistas. Actualmente el único hidalguense en el CEN de Morena es Martín Sandoval, quien lleva las riendas de las campañas para diputados locales donde el partido ve en riesgo la mayoría ganada en 2018, lo que dejaría fuera de toda posibilidad de buscar espacios para la sucesión de la gubernatura a más de uno, o a todos quizá los que se han medio apuntado, para 2022.
Eduardo González
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