La violencia en México no es algo nuevo y tampoco es algo que preocupe al gobierno porque llevamos al menos dos décadas con altos índices de homicidios y presencia del crimen organizado en todos los estados, en todos los municipios y en todas las localidades del país.
No hay sitio o espacio que se salve de la existencia de delincuentes que roben en la calle, al salir de un cajero, en un establecimiento, que asalten en el transporte, que te ataquen en la vía pública,o que te dejen sin celular, cartera, bolsa o pertenencias. Ni qué decir del robo de autos o a viviendas, y de ahí “pal Real”, como dicen, con homicidios y muertes violentas por pleitos entre bandas del narcotráfico, huachicol, traficantes de armas y de personas.
Solamente una guerra civil podría superar todo lo que hoy ocurre en México y no es por el actual gobierno, eso se sabe, es por décadas de haber dejado roto el tejido social sin hacer nada al respecto.
Pues a este México, al bronco y salvaje, al de los linchamientos y de los cárteles de las droga, es al que quiere armar el PRI, y sí, se tiene qué decir porque es algo muy grave.
Y se debe decir que es el PRI, porque ayer su dirigente nacional, Alejandro Moreno, dijo que si el gobierno no puede garantizar la seguridad de los ciudadanos, que las familias que lo deseen tengan la opción de armarse para proteger su vida y las de sus hijos.
En la lógica tricolor, lo ocurrido en Puebla donde en la jornada de vacunación de menores de 5 a 11 años se desató una balacera, a causa de personas armadas que detectaron a otra y quisieron hacer ajuste de cuentas, está bien. Y en respuesta, a quien agredieron o a los que agredieron a sus hijos podrían responder igual con una AK-47, o con una subametralladora o con una semiautomática, está bien según el PRI.
Eduardo GonzálezTwitter: @laloflu