La crisis económica producto de la suspensión de actividades y pérdida de empleos, reducción de salarios, menos horas laborales, y todo el resultado de lo que ha dejado la pandemia por el coronavirus en México ya es una emergencia de grandes dimensiones.
Desde todas las tribunas, medios, redes sociales, la voz de los habitantes del país se ha levantado más allá de cuestiones políticas y aunque se vive en medio de presiones como las marchas anti AMLO, conferencias mañaneras, un gobierno en Palacio Nacional y miles de aristas que podemos analizar, la realidad es que la gente no tiene dinero, no hay suficiente flujo monetario y el desarrollo está frenado. En San Lázaro, en el Senado, donde se toman las grandes decisiones políticas del país para la planeación de las estrategias, se ha dicho de todo y se han dado con todo; una voz autorizada, por su experiencia y trayectoria política, es la de Dulce María Sauri, la ex gobernadora de Yucatán por el PRI, quien pese a tener pocas afinidades con el gobierno federal replicó ayer cosas muy interesantes. La diputada federal dijo que el apoyo del gobierno federal a través de las transferencias a los hogares de menor ingreso es importante pero no suficiente para contener esa drástica caída en los recursos económicos familiares.
De acuerdo a Coneval, hasta ahora el desarrollo de la crisis sanitaria por covid-19 y la trayectoria de contagio ha sido mayor en el ámbito urbano, por lo que la mayor afectación podría encontrarse en áreas urbanas y ser más profunda para aquella población con menos recursos, dijo.
Además, recordó que según informó el IMSS, el pasado 12 de junio, México perdió 1 millón 30 mil 366 empleos registrados durante marzo, abril y mayo. Datos que sirven para saber por dónde comenzar a planear el rescate económico del país, por las zonas de mayor vulnerabilidad, el Valle de México por ejemplo donde está Hidalgo, el Edomex y la gran mancha urbano rumbo a la Ciudad de México.
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