Está por terminar el sexenio de Andrés Manuel López Obrador y vale la pena cuestionar a los políticos en funciones y a los que van entrando, ¿qué aprendieron de estos años?
La mayoría, porque los he escuchado, dicen que hay que escuchar al pueblo, que primero el pueblo, que el pueblo pone y el pueblo quita, pero ¿cuántos realmente están compaginados en su ideología personal y de vida con los conceptos que AMLO pidió enarbolar desde hace décadas?
Supongo, ya que no conozco la historia personal de la mayoría de políticos, que todos vienen de un pasado diferente al que hoy presumen en redes sociales y ante la sociedad. Es decir, se movían en aguas tricolores, o blanquiazules, los menos en las amarillas y algunos más en las verdes o naranjas, antes de ser guindas de tiempo completo. Pero más allá de los colores, ¿están realmente comprometidos con una causa social o tienen un ideal que perseguir y alcanzar que no sea el beneficio personal?, son muchas dudas las que hay en torno a si realmente el legado obradorista cumplirá su propósito o pasará a ser, como tantas y tantas corrientes del pensamiento moderno, una peldaño más en el anecdotario de la historia.
Obradorista ya no es ni el propio fundador, dicen otros al interior de su partido. Como le ocurrió a los panistas que dejaron de ser aquellos que defendían el pensamiento de Manuel Gómez Morín o los priistas que abandonaron la causa y tiraron todo a la borda. ¿Cuántos que están hoy en puestos públicos vía Morena y el presidente AMLO son verdaderos obradoristas?, habría que hacer un análisis de la ideología de muchos de los que están en los puestos y que van llegando o de los que repiten y simplemente no son ni por mucho, el ejemplo de lo que se espera por parte de ese pueblo que votó por un proyecto de nación.
Así como se defiende a las reformas del presidente AMLO, también debe sostenerse a los perfiles que demuestran que son capaces de llevar al obradorismo al segundo piso de la transformación. No veo otra ideología en ciernes, ni mucho menos otro liderazgo emergente.
