Terminó la consulta popular y los resultados sirven para el análisis electoral. Lo primero es aclarar que en Hidalgo más de 233 mil personas participaron, de ellas el 97 por ciento votó por el mismo resultado. Dicha cifra representa por mucho, más del doble de lo que obtienen en cada proceso electoral local partidos como PAN o PRD, que en ocasiones no alcanzan ni los 100 mil sufragios en un padrón de más de 2 millones de personas. Para que nos demos una idea, de haberse tratado de un candidato, hubiera obtenido 228 mil 191 votos y el más cercano competidor 3 mil 68.
Si todavía no nos ubicamos con los números, para ganar una elección de gobernador en Hidalgo se requieren de al menos 450 mil a 500 mil votos. Con el doble de participación de lo obtenido en la consulta del domingo, los organizadores tienen claro qué postular para 2022.
Sin embargo, el bloque opositor al presidente, tiene igual o más claro qué hacer para contrarrestar o darle la vuelta al asunto mediante la ruta política y del voto. El PRI y sus aliados van en Hidalgo por más de medio millón de votos para asegurar la continuidad del proyecto en turno. El pasado 6 de junio lograron cerca de 350 mil sufragios sin mayor esfuerzo, que tampoco les alcanzó para ganar la mayoría, pero son otro tipo de parámetro. Con más estructura y operación política, se requieren 150 mil a 200 mil votos más para que PRI, PAN y PRD ganen la gubernatura el siguiente año; si se miden con los resultados de la consulta popular, donde no hubo nombre de candidato, hubiera sido una contienda cerrada. Lo malo para el bloque contrario al presidente es que el siguiente año habrá otra consulta a la par de la elección de gobernador, lo que podría influir en demasía, tanto a favor como en contra.
Eduardo González
Twitter: @laloflu