La gente ya no quiere cacicazgos en México, y el hecho es que en los pueblos y comunidades se toma justicia por propia mano cuando el hartazgo se hace evidente.
Lo ocurrido con el incremento a las gasolinas y la escalada en precios es, efectivamente, como dicen los que participan en marchas y bloqueos, la punta de un iceberg que representa todo el sistema político mexicano.
Sin embargo, se hace evidente la dependencia que tenemos del denominado Estado de Derecho cuando ocurren sucesos como el del pasado jueves 5 de enero en el municipio de Ixmiquilpan donde tras enfrentarse a la Policía Federal murieron dos jóvenes hidalguenses de 22 y 25 años.
Y es que, una vez que ocurre la tragedia, todo mundo clama por explicaciones y por el esclarecimiento de los hechos, a las propias autoridades a las que primero se les brinda el rechazo popular, pero después se les pide el restablecimiento de la paz social.
La realidad es que tras las protestas en Hidalgo hay dos hidalguenses fallecidos, hechos por los cuales se debe llegar al fondo de una investigación para deslindar responsabilidades; ¿por qué?, por el simple hecho de que la gente merece una explicación sobre lo que no tenía que haber ocurrido.
Para ningún gobierno, y esto es un hecho comprobado, la muerte es un negocio rentable. Si acaso la confrontación política que se ha transformado en moneda de cambio entre partidos y personajes lo son, la violencia y sus resultados no lo son.
A nadie le conviene que el caos reine dentro de un pueblo o ciudad, pues probablemente sea el mismo desorden lo que desencadenen más problemas como desempleo, falta de servicios y seguridad.
Y es que, seamos sinceros, ¿a que comunidad le conviene tener paralizado el sistema y ser parte de las determinaciones de grupos del poder político, de líderes que solo ven por sus propios intereses y de resultados que siguen siendo promesas y deudas con la población?
En Ixmiquilpan, las tiendas y comercios llevan varios días cerrados; las principales fuentes de negocios y salarios están sin poder producir; los centros turísticos que son el motor de la región no obtuvieron ganancias en el fin del periodo vacacional de invierno, todo lo bueno que pudo ocurrir en la demarcación no pasó por el desborde social producto de una situación que sí, nos afecta a todos, pero que no era motivo suficiente para echar abajo todo un municipio.
El gobierno de Hidalgo ya anunció que la muerte de los dos jóvenes no quedará impune y que habrá justicia en Ixmiquilpan por el enfrentamiento con la Policía Federal. Considero que debería haber justicia pero para todo el municipio pues ya es una víctima considerable del "gasolinazo" tras los primeros 10 días del año en donde prácticamente las actividades se encuentran detenidas, incluyendo hasta las propias escuelas de ciertas zonas.