Tras el más reciente informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía en donde coloca al estado de Hidalgo entre las 22 entidades con retroceso en su actividad económica, respecto al trimestre anterior se deben analizar factores externos e internos.
Sobre la caída del PIB de -2.9% en el segundo trimestre respecto a 2018, se explica en 80 por ciento al desplome en la producción de gasolinas y derivados (-21%), así como al sector de la construcción (-10%) y cemento.
Al revisar el documento, se detalla que influyó para Hidalgo la caída en la producción de Pemex, lo cual también afectó a otras entidades que hospedan refinerías. También la caída en la obra pública y la contracción del gasto público por cuestiones de “austeridad” nacional, consideradas como factores externos, lo que es visto desde las oficinas gubernamentales como una enseñanza para no depender de más del gobierno federal y priorizar la inversión privada.
N contraste, los sectores en los que ha influido el Gobierno de Hidalgo para su crecimiento y que sí han reportado un alza son la obra privada con 21 por ciento, el sector de bebidas con 40 por ciento, maquinaria y equipo con la misma cifra, equipo de transporte 26 y alimentos 6 por ciento.
Hay que recordar que la producción de gasolinas es una variable del gobierno federal, y la falta de un programa nacional de infraestructura, altas tasas de interés y la incertidumbre para la construcción, no las controla el gobierno local.
Por lo anterior el PIB de la entidad se contrajo en el segundo trimestre de 2019 debido a la menor producción de gasolinas y de cemento, que dependen de factores nacionales. Se debe esperar al cierre del año para ver una mejora en los indicadores económicos producto de las últimas obras que se realizan en Hidalgo, así como en la llegada de capitales para la generación de empleos.
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