En su visita a Pachuca, el dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Moreno calificó como encuestas “patito” o chafas, las que presentaron los integrantes del Consejo Coordinador Empresarial de Hidalgo en días pasados.
La razón es clara: en la mayoría de sondeos la ventaja es para Morena y sus candidatos en las presidencias municipales y diputaciones locales; ya no se diga para el tema de la presidencia y el Senado y para San Lázaro.
A “Alito” parece molestarle en demasía que las mediciones en época electoral no le favorezcan, y tiene razón.
Es más, todo el priismo que hoy vocifera y se siente desdeñado por la masa mediática, alude que son tratados indignamente, casi como perredistas cuando ellos eran el gobierno.
Tienen razón como dije. Antes, no hace mucho, el PRI dominaba por encima de cualquier fuerza política en Hidalgo, y hacían exactamente lo mismo de lo que ahora se están quejando.
Recuerdo encuestas para presidencias municipales en 2016, o en 2011, cuando en las elecciones se hablaba incluso del “carro completo” con la confianza que da tener la sartén por el mango.
En ese entonces se les cuestionaba a los líderes priistas sobre sus ambiciones políticas y el trato a la oposición, y simplemente pasaban de largo o reían, como cuando sabes que no necesitas a nada ni a nadie cuando tienes el poder político en tus manos.
Hoy los priistas están siendo castigados con el mismo exceso quizá, pero con justa razón, pues en política con la vara que midas serás medido.
Vaya que los tiempos cambian y aunque hay honrosas excepciones, la realidad es que la mayoría de encuestas sí presentan un margen de error, pero no están alejadas de lo que ocurrirá el próximo 2 de junio.
