Desde la presentación del programa de modernización del servicio de taxis en Pachuca, la zona metropolitana y los municipios más poblados del estado, la situación no ha ido a favor de los trabajadores del volante.
Y es que ante sus quejas, protestas, peticiones y ahora hasta muestras de solidaridad con las causas sociales y las demandas de justicia, la respuesta de la sociedad ha sido nula. Es decir, no todos están con los taxistas y tampoco se trata de victimizarlos, sino de observar una realidad que cada vez es más cruda con los ciudadanos.
Por mucho tiempo se han padecido de denuncias de mujeres, principalmente, por el trato que se les da en el transporte público, sobre todo en los taxis; casos de acoso, de “hacer la plática” o dar la opinión cuando no es solicitada.
Con las amas de casa o menores, las miradas, los cobros excesivos, las situaciones de riesgo en la noche y ahora las agresiones directas como la ocurrida el lunes con un conductor que ya es buscado por las autoridades por violencia contra la mujer.
La verdad es que poca gente puede sentirse identificada con la problemática que viven
Cuerpo.....
Ante ello surgen de nueva cuenta las arcaicas formas de las organizaciones de taxistas para tratar de salvar el pellejo ante una problemática que los tiene de frente ante el juicio social.
Los mandones son la Federación de Uniones de Trabajadores del Volante (FUTV) y Transportistas Unidos de Hidalgo AC, bajo las gestiones eternas de Pedro Solares y Oscar Monzalvo Destunis, quienes siempre aparecen en todos los negocios que tienen que ver con concesiones, con permisos, con licencias, con cobros.
El servicio de transporte en Pachuca y la zona metropolitana es de regular a malo, hay que reconocer que no es que los trabajadores no se esfuercen, pero con unidades viejas, nula capacitación, cero empatía con las personas, malos tratos y cobros a lo chino, la verdad es que poca gente puede sentirse identificada con la problemática que viven. _
Eduardo González