El gobernador Julio Menchaca sabe que está en un punto decisivo de su administración, pues con la llegada de las elecciones para renovar el Congreso local estará llegando a su tercer año de gobierno, de cara a la mitad de su sexenio.
Ante ello sabe que se requiere de un Congreso que vaya de la mano con la agenda de la transformación que está planteando para Hidalgo; si bien, lo anterior no significa que debe estar sometido un poder del estado por debajo de otro, sí es necesario que haya una coordinación muy estrecha para temas legales para las principales reformas de ley.
En la lista de prioridades del gobernador están sin duda, reformar el Código Penal para endurecer penas en delitos de corrupción, la extinción de dominio a nivel estado, una reforma penitenciaria, mayores penas contra la violencia familiar y atacar de fondo el daño que hay al tejido social.
Para ello requiere no de la mayoría simple del Congreso, sino de la mayoría calificada, sino es que completa para poder llevar los temas al debate parlamentario, a la discusión y análisis, en donde no haya freno ni obstáculo por cuestiones ideológicas o partidistas, o simplemente por ser parte de una oposición que únicamente ve por sus intereses y no por el bien en común.
El gobernador y su círculo cercano tienen la oportunidad única (y no habrá otra pues se irán en una elección más) de poder contar con un Congreso donde el trabajo sea en armonía y no en discordia por los grupos de control político. Por ello de la importancia de tener a los candidatos ideales de Morena para la contienda del 2 de junio.
Los perfiles ya están apuntalados y el tiempo está en marcha, gente como Andrés Velázquez, Misael Vera, Alhely Medina, Marivel Solís Barrera, Alicia Lechuga y ex ediles como José Ramón Amieva son parte de un grupo cercano al gobernador y a la agenda de la 4T en el estado y en el país, quienes podrían conformar un bloque que permita transitar a la segunda parte del sexenio en Hidalgo con reformas de transformación a fondo.
